LOS CRONISTAS DEL PERU
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nos de esta ciudad, entre ellos Cristóbal de Malina, García c;ie Mela, Alonso
de Mesa, Damián de la Bandera y Bartolomé Potras. Pero nuestro clérigo
don Cristóbal
y~
había escrito para esta época su obra titulada "Relación de
las fábulas y ritos de los Incas", dedicándola
~1
tercer obispo de¡]. Cuscó don
Sebastián de Lertaun, prelado· de carácter enérgico
y
tan indomable como el
de su predecesor Fr. Juan
So~ano,
por los años de
1573·
más o menos, pues sus–
pendió su relación para efectuar la segunda vif?ita encomendada por el Virrey.
Además de .
~sta
obra, el
~squeño
Mdlina escril?_ió la "Rtlación del 6ri–
gen, vida· y costumbres de los Ingas, señores que
fu~ron,
de esta tierra, y
cuantos fueron y quienes fueron su smuieres, y las leyes que dieron
y
gue–
rras que !U:vierqn y gentes y naciones que .conquistaron ..." Asimismo, otra
obra 'titulag:a ''Relación de guacas", dedicada .también al obispo Lartaún. Es–
tas dos últirn..as "relaciones" se han perdido
s~nsibleJV,ente,
aunque haya es–
peranza de alcanzarlas algÚri día. Sólo sabemos de 1a primera, que Cabello
de Balbo,a la conoció y se élJ)rovechó para compon,er su tercera parte de la
Miscelánea Austral; de la otra no existe memoria, habiéndose pedido manusl
critos de un cusqueño ilustre y grari kechuóloCJo de mucha
.i~portaHcia
para
1a historia ',del Perú. El
cur~
Malina vivió hasta pasado el año
1591,
llegan- ..
do a
s~ptuagenario,
aunque se ignora 'también ,la fecha exacta de su muerte.
Gomienz_a Mollna en su Relación contándonos c;omo en Pequen Cartc}.la,
junto al Cusca, te'nían los Ineas "la vida de cada uno de ·lós ingas y de las
tierras que conquistó pintado por sus ficiUras en unas tablas" y en ellas mu–
chas fábl,llas que.las describe; asimismo el calendario incásico mes por mes,
con sus diversas celebraciones civiles y religiosas, interpolando en
ella~
1
muchos cantos y oraci9nes que ·se usaban en el ,Imperio, junto a: muchos ritos ,
y sacrificios, aún humanos, que estos acostumbraban.
E}t
kechua que po-
.
'.
see parece ser el auténtico y el m6.s puro que se conoce de. la época. He aquí
su mérito. Desgraciadamente la edición que cómentamos
e_st~ p~simamente
impresa, separando palabras o uniendo otras, qrigin&ndose gran confusjón,
tanto más que la propia lraducc'ión del autor (Malina). es ·mala, pues su
caste~
llano no es de· los mejores. . La relación de Malina es una contribució.n mag–
nífic~
al estudio de la religión de los Incas, sus usos, c.ostumbres 'y su propio
idioma.
·
t
6.-EJ. P. Francisco de Avlla.-Por
dorunÍentos que¡ se hallan en la curia .
meti'opolitana se sabe, fehacientemente, que este esdateCido cronista perua–
no nació en la ciudad del Cusca, al contrario de lo que creyó 1iménéZ de Ja
Espada, pues
1
p'ensó que éste era limeño. Este cronista nació !hás o menos
ha~ia
1573,
expÓsito, aunque parece que en su tiempo se sq.bía quienes eran
sus
p~dres,
de noble abolengo, quizás de ahí el apellido Cabrera, que él no
usó pero que figura
~n
sus pa:¡;>eles, ¿quizás si
fué
don Jerónimo Cabrera,
el conquistador de Cóf¡:l.oba del Tucumán, que tenía casa so!ariega en esta ciu–
dad, en la plazuela í:le 'San Antonio de Abad? Sus protectores fueron
el
en–
sayádor don Cristóbal Rodr:íguez y su niuier doña Beatriz de Avila, de la cual
tomó el apellido. '
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