MATARÁ
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siones de los
mocobíes~
tobas, ca1cha.quíes y
abipones, a su lugar actual, a
28°
de latitud
y a
30
leguas de Santiago. (Los datos ante–
riormente citados prueban de que no es
así).
En
1738
figuran "las disposiciones con
motivo del padrón levantado de los indios
de Soconcho Matala y Manogasta" (Rev.
del Archivo, T. IX, NQ 8).
En
1747
el pueblo de Matala pertenece
a
la Corona Real, siendo su mandón Pedro
Umacho y cacique Juan Carlos por n;tuerte
de Juan Passe
(n).
En
1757
se hizo cargo de la parroquia
D. José Gaspar de Benavídéz, que actuó en
dicho curato de Matará hasta
1810.
De los seis curatos que había en San–
tiago en
1764
el curato de Matará o Mopa
tenía dos ieapillas
(LXXVI).
Era doctrinero de Matará en
1773
D.
Franciseo de Luna y Cárdenas. En esta
misma época D. J oseph Lorenzo Gonzebat
protector de los naturales se queja de la
entrada a Matará de mercaderes indecen–
tes (rr).
En junio de
1778
desde Aranjuez D. Jo–
• seph de Gálvez escribe fijando la posición
, . del meteorito del Chaco Hualamba que se
encontraba, según .él, "caminando desde el
Estero hacia oriente, donde se encuentra el
pueblo de Matará, a distancia de treinta le–
guas, y siguiendo después a la margen del
río
Sala.dose halla como a una distancia
de él de sesenta leguas, el citado "mineral".
D~sde
este pueblo de Matará partió la ex–
pedición de D . . Francisco de lbarra en
busca de dicho meteorito, el
20
de julio de
1779.
D. Juan Francisco de Ibarra Díaz Caba–
llero, nació en Matará y fué muerto en
1789
por los indios de su propio feudo.
Por esa época se produce la desviación del
río Salado por cuyo motivo dice una infor–
mación ''nos hallamos obligados a rrepa–
rar la pobreza y miseria en que se han po–
niendo los curatos de Matala y Guañagas–
ta" (Rev. del Arch., T. VII, NQ
14).
En
1799,
en el remate de diezmos, pare-
cen numerosos curatos o partidos de San–
tiago del EStero, entre los cuales el cu–
rato de Matala (Leg.
7,
exp.
103).
En el mismo pueblo nacen el Brigadier
General y Gobernador de Santiago del
Es~
tero, D. Juan Felipe !barra, el Gobernador
D. Manuel Taboada y el General D. Anto–
nino Taboada
y
demás familiares de todos
ellos.
En el testamento de !barra se lee : ''hijo
legítimo de D. Felipe !barra y de Doña
.María Antonia Paz, vecinos del curato de
Matará ... " (Leg.
21,
exp.
151).
El P. Paucke menciona la tribu de los
mata.raes en la segunda mitad del siglo
XVIII.
En
1810
"el presbítero D. Juan Antonio
Paz cura y vicario del pueblo de Mata–
rá" hizo una subscripción para ayudar al
ejército libertador, según M. A. Carranza.
En
1816
había en Matará una atahona de
propiedad del cura y vicario Mtre. D. Juan
Antonio de Paz, otra de la viuda Doña Ma–
ría
Antonia de Paz (at.ahona viejísima) y
otra de Bernardina Argañarás (Oficio de
D. Leandro Taboada del
23
de agosto de
dicho año) .
En
1825
era cura de dicha doctrina el
Licenciado D. Fernando Bravo.
En
1835
el Presbítero D. Ramón Eusta–
quio Alcorta es nombrado Cura y Vicario
de Matará.
En la segunda mitad del siglo pasado
Ma–
tará no sólo era la parroquia de la que de–
pendían los curatos de Mailín, Guaipe,
Lojlo, La Brea, La
G~ardia
y Reducción,
sino que era la más poblada de la provincia,
·llegando sus habitantes a
17.000,
mientras
la Capital y los Dtos. no· pasaban de
10.000
habitantes
(LVI).
Hutchinson que visita la
zona en
1862
dice que en la línea de forti–
nes de la banda derecha del Salado, Matará
se encontraba entre Guaipe al Norte y Chil–
can al Sud. Pero antes de él, anduvo por el
Salado, año
1856,
D. Amadeo J acques, quien
~n
su libro
E xcursión al rfo Salado,
di–
ce: ' ' El primer punto, en el camino de
Santiago al Bracho, donde se encuentra un