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MANOPELADA
caras
y
otras labores, teniéndolos por escla–
.vos. Y a principios de 1600 aparece un
-0ficio sobre lo entrado "en las caxas rrea–
les, así de los tributos de Soconcho, Mano–
gasta y Anga, pueblos de S. M. ".
En. 13 de febrero de 1612 el Obispo Fer–
nando de Trejo y Sanabria se dirige a S.
M., pidiend'o medios para la fundación del
seminario que tenía ya ''dos mil pesos li–
brados en las novenas los . quales de aquí
adelante como queda la tierra serán de
ningun yalor i los trescientos pesos · que el
oidor con consulta del gobernador libró en
las rentas de los pueblos de soconcho y ma–
nogasta de Vuestra real corona ... ''.
En 1676 figura la merced acordada al
Alférez D. Melchor Suárez "entre el pue–
blo viejo de Tontola y el pueblo de Mano–
gasta, desta parte del rio esta una isla sin
dueño alguno" (Rev. del Arch., t. I, NQ 1).
Y en 1680 parece el testamento de Melchor
Suárez de la Concha en el que dice: "Yten
declaro por bienes mios todas las vacas no–
villos Bueyes que tengo de mi yerro en el
pueblo de Manogasta" (Leg. 7, exp. 102).
En su presentación de ·1695 el mismo
Melchor Suárez de la Concha dice de los
indios de Manogasta ''llevan
u~
estilo que
es que donde quira que siembran un año
aunque sean cuatro o cinco leguas de su
pueblo llaman sus chacras ... ". Y agrega
que recogió algunos indios ''y entre ellos
es un yndio llamado Mateo ·el qual andava
ausente en Buenos Aires y como bino (a
Manogasta) con medias y sapatos y muy
encamisado, y se casó con una mestiza, le
quisieron mal los yndios de su pueblo y por–
que no le sucediera alguna desgracia entre
ellos lo llevé a mi estancia para que esviera
a !lli bista, · el qual dicho yndio como no soy
su administrador no aquerido assistir a su
pueblo dissiendo eran las tierras de su abue–
lo sin mas derecho ... '.'. Y continúa: "ago–
ra hallo que el dicho yndio a sembrado en
niis tierras donde desmonté. . . haciéndose
dueño sólo porque está rretirado de su
pueblo por no acudir a la educación de la
dotrina cristiana y estar en sus borracjee–
ras emboscado ... " (u).
En 1702 aparece el Capitán J oseph de
Islas, Protector Real de los naturales, con–
tra el Alférez Melchor Suárez de la Concha
con el siguiente escrito ''parezco ante
V
md.
en nombre de
mis
partes los indios del pue–
blo de Manogasta de la Corona Real y su
curaca llamado Dn. Christobal
V
elizan . . . ''
En 1717 es nombrado administrador de
los indios de M.anogasta el Maestro de- Cam–
po D. Gerónimo de Frías. (Asuntos Gene–
rales, leg. _I, Archivo Gral. de la Prov.).
En 3 de julio de 1727 el Maestre de Cam–
po D. J oseph de Aguirre da noticias al
Cabildo de haberle sido confiada la admi–
nistración de los pueblos de Mathala y
Manugasta.
En 1737 por disposición del Cabildo se
manda levantar altares en los pueblos in–
dígenas, entre los cuales figura Manogasta.
En 1810 pasó por este punto en misión
oficial al Norte Castelli delegado de la
Junta Patriótfoa. Fué en estas circunstan–
cias que ocurrió el episodio narrado por
Garmendia de la heroína americana, una
viejita, que ante Castelli manifestó : ''Se–
ñor, yo no soy tan vieja como parezco, no
cuento sino cuatro meses de edad
(XXIII).
El 27 de junio de 1816 el ayuntamiento
dispuso sufragar los gastos de Diputado
al Congreso con diversos recursos, entre los
cuales el ·_ arriendo de los once pueblos in–
dios que a la sazón existían
y
eran: Ma–
nogast.a, Tuama, Sumamao, TUingo Pitam–
balá, Soconcho, Sabagasta, Umamax, Pasa–
do, Salavina y Asingasta.
En 1859 el curato de Manogasta pertene–
cía a la parroquia de Silípica con Sumamao,
Teyuyo, Tuama ;y Punta de Maquijata
(LVI) .
MANOPELADA. Nombre de un animal
muy semejante al zorro, probablemente de
la familia del '' mayuátoj '', llamado Pro–
cyon caneri o Vorus nigripes, y que tiene
la costumbre de lavar los alimentos antes
de engullirlos.