Table of Contents Table of Contents
Previous Page  142 / 228 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 142 / 228 Next Page
Page Background

-124-

za.

Era Hernando

de Luque,

c11ra de Panamá.

Como todos

los curas, te–

nía gran influencia

en la desa–

rrapada Colonia i en su Gober–

nador, el famoso Pedrarias, i lo

que

es más

edificante,

tenia

bastante dinero.

Francisco

Pizano

era un

soldado

ignorante,

venido de

Panamá a órdenes

de Balboa.

No sabía trazar ni un garabato,

ni conocía

la O por redonda.

Pobre, como

todos

los

"caba

lleros"

venido!:

de España en

busca de los tesoros de Améri–

ca. no tenía más acendiente que

el haberse deshechG de

llu

mana–

da de cerdos,

huyendo, como

los ótros, en pos de riquezas.

Pero tenía

por patrimonio

su valentía,

que no tenía

rival

cuando se trataba del oro.

Como

todos los

hombres

de aquella época i de su medio,

era un creyente

poco· distante

de lo fanático;

pero por sobre

todo, era un avaro. del oro, por

el cual, fácilmente dejaba a un

lado

ni

Religión,

i no vacilaba

tn escupir su palabra i torcer su

amistad.

Su

compañero, Diego de

Almagro, era otro soldado igno–

rante que ni siquiera sabía quie–

nes fueron sus padrer., e ignorán–

dolos, tomó

el apell.ido de Al–

magro, nombre de la ciudad en

que nació.

Pequeño, feo,

i

hasta anti–

pático en su figura,

tenía ama–

bles modales, marcado despren–

dimiento

por el hogar, i mani–

festaba cierta sinceridad enme.dio

del fárrago

de bajas

que animaba la vida

llos hombres.

pasíone~

de aque-

Mientras Pizarro era astuto,

cauteloso i disimulaldo, Almagro

era atropellado

i

violento,

sm

tratar

de disimular

sus pasio-

nes ..... .

Hernando

de Luque

lo3

recibió con esa melosa amabili–

dad propia del

'.'pastor de al–

mas". Su

bonete curial

contri–

buía a dade un aspecto especial

de bondad, un tanto afectada.

Señalando dos sillas, convi–

dó a los soldados

a que toma–

ran asiento i a expresar el mo–

tivo de su visita.

-Hablen, hijos:

¿qué cosa

les trae?

Pizarro tomó la palabra.

-Bien fabe

vuesa

paterni–

dad cómo

en nuestra

Cólonia

se comenta con todo calor sobre

la real existencia de un gran Im–

perio situado hacia el Sur.

"El

caballerC\

Andagoya

trajo datos auténticos,

i de en–

tonces

a est3 parte,

lo~

indios

que vienen

en

bu~ca

de perlas.

nos han confirmado

con datos

reales, sobre

la existencia i ri–

queza de ese Imperio fantástico,

que

se presta para

hacr cuen–

tos".

"Nosotros estamos resueltol3

a

de~cubrir

i conquistar esas tie–

rras donde

el oro i la plata a–

bundan en tal medida, que bien

rodrían llenar,

según entienden

los entendidos,

las arcas vacías

del emperaaor

de Trapif•onda.

Pero nos falta

lo principal que

vos lo t:enéis de sobra: e) dine–

ro para equipa;: los buques sur-