Léxico
y
gramática
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que ambos hablan el Qhéch-;va desde su infancia, ya sea el clásico como
el regional (respectivamente el Arequipeño y el Cuzqueño), no habría
podido llegar a los resultados que hoy presento, ni los habría fundamen–
tado con el acopio de autoridades
y
ejemplos que mi propósito hacía de–
seable. Igualmente debo agradecer a los doctores Carlos A. Romero
y
Jorge Basadre, directores respectivamente de la Biblioteca Nacional y
de la Universitaria de San Marcos, así como a todo el personal de ambas
instituciones, la ayuda bibliográfica que me han prestado desde comienzos
de agosto hasta fines de septiembre. A esta colaboración de los especia–
listas peruanos debo yo el privilegio de haber podido ultimar este modesto
estudio
y
de fecharlo en la ciudad de Lima, a fines de septiembre de 1939.
Comenzaremos por el vocablo
pácha,
que es el primero
y
ofrece menor
número de dificultades. Su grafía ha sido transmitida correctamente por
los Cronistas,
y
se trata,' sin disputa posible, de un sustantivo.
Según Holguín
(1)
tres son los significados generales de
pácha:
'tiem–
po', 'suelo'
y
'lugar'. Será nuestro cometido determinar con mayor meti–
culosidad
y
sutileza las aplicaciones concretas del vocablo en cada uno de
esos sentidos generales.
Por lo pronto, encontramos en el uso clásico de la lengua otros va–
lores más especializados del concepto de 'espacio', que corresponden, más
exactamente, a 'plano', 'piso', 'horizonte'
y
muestran la objetivación de
la superficie terrestre, peculiar de un pueblo que considera al universo
como una serie de planos horizontales superpuestos. Véanse las locuciones
que siguen:
hanaqpácha
(Holg.), igual a
hananpácha
de Garcilaso; piso o plano
de arriba, el cielo, en oposición a
·
urinpácha
(Garc.), piso o plano de abajo, o terrestre, especificado
más visiblemente en
kaypácha ·
(Holg.), 'este' plano o superficie, o el suelo en que vivimos.
También aisladamente,
y
por sí solo,
pá,cha
significa en innumerables
locuciones lo mismo que
kaypácha,
es decir, la tierra, nuestro mundo, en
el sentido tanto del mundo físico (que nosotros llamamos "el globo"),
como de la vida de :nuestro planeta:
páchaq húkkin,
el recodo, el último rincón del mundo (Holg.),
jinis
terrae.
( 1 )
Cuando citamos el nombre de Holguin, sin otras indicaciones, se quiere mencionar
el vocabulario de 1608; al escribir Holguin (1842), nos referimos a la reedición de ese año, y
finalmente cuando añadimos la cifra 1901 queremos indicar la recopilación hecha por el sa–
cerdote Lobato. De análoga manera Torres Rubio, sin año, quiere decir que se cita el voca–
bulario de 1603, etc. D-e Ludovico Bertonio se cita únicamente el vocabulario de la lengua
aymara publicado en 1612 en Chucuito .