bestezuelas tienen allá fama de ad:ivinas; esto es por,que
cuando un indio ·encuentra ·en la montaña un viejo árbol
_ caído
y
lleno de estos parási to:s, tapa todas las aberturas a
fin de que no puedan escaparse.
Un
día el indio sigue los pasos de !os pres.untos ladro..:.
nes
y
r·ecoge la ti-erra que acaban de pisar; inrpediatamente
se dirige al bosque ·e introduce el polvo que trae en el tron–
co que ha escogido, mientras al mismo tiempo vocifera este
!llaleficio: "Que su nariz sea destruída
y
,devorada, tal,como
esta tierra que ellos pisaron
y
que será destruida
y
devo–
rada por los gusanos''.
De vez en ·cuando el rencoroso indiv,iduo :vuelve,_ al ár–
bol para examinar la labor- de los insectos. Estos absorben
poco la ·poco el pQlvo húmedo que se les puso , o lo disper–
san -entre sus túnel-es
y
galerías; cuando todo ha desapare–
cido, el quichua comprende que va a empezar el
cas~tigo
1
del culpable
y
acecha malignam·ente los prim·eros
síntom~s
del mal.
•
•
1
.
Desgras1adament·e, nuestros misioneros han podido com-
probar que este horribJ.e maleficio ·surte los desastrosos efec–
'tos
re~clamados
p.orel malévolo: una espantosa. podredumbr-e .__
invade primero la nariz, luego S·e
~extiende
al rostro, des–
ciende por el cuello hasta
~e1
busto
y .
penetra al ·corazón,
provocando la muerte.
1
•
La venganza -es terribl·e,
y
sin e mbargo el corazón del
indio no es implacable. S.i la desgraciada víctima
del
he–
chizo
v~
a denunciarse al propietario of·endido, ést·e lo con–
duce al tronco. que ha servido para su
casti.gomágico. Los
dos;
al mismo tie.mpo, le prenden fue·go,
y
cuando
~el
árbol
'
se
ha quemado entero
y
todas sus l'arvas e insectos están
reducidos a cerii'zas, la misteriosa
l~ep:ra
desaparece, queda
destruido
~el
maleficio
y ·
1os dos
~ene,migos
se abrazan para
sellar así su reconciliación. No quedan
más
rastros del de–
lito que las partes del rostro devoradas por la gangrena
y
que .no pued·en
r·eempla~ar
tejidos vivos
y
nuevos.
..
El corazón del ,quichua es sioempre
a~cces:ible
al perdón cuan- -
do, para apaciguar
sus
rencores, interviene un motivo de
fe
y
religión.
Al término de cada misión, los Padres
~conduc·en
·en pro–
cesión a los fieles ·indígenas al ·Cément·erio,
·Cuando
éste
1
.
se
encuentra cer,ca, o al pie de una cruz especialmente eri-
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