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~~Invierno

y verano la alim·enté con mi amor,- y a esta

pajarita desplumada aún la mecí con mis arrullos. -

Pero

se ha ido y ya no quiere recordar el pasado.

"¡ Áh! El día ·en que un gavilán feroz la persiga, -

acaso

regr·ese a su antiguo nido.- Pero entonces ... ya no me en–

contrará en

él."

*

Esta sensibilidad del .quichua se ·extiende a todas las cria-

. turas; ama. a los animal·es y las pfanta.s. Nunca maltrata

las bestias, se apiada de sus sufrimientos

y

se duele con

ellos. El mismo ·cuenta sus penas a las _aves, al árbol y

al río.

,

Como testimonio tenef!IOS este canto en que un indio,

solo en el mundo, se dirige a la vicuña, cuya existencia

nómade y dura provoca su compasión:

"Querida vicuña, m! vicuñita; -

¿por qué.

b~bes

e_l agua

verdosa de los estanques? -

.¿Por qué no bebes más bien

mi sangre que es dulee? ¿Y mis lágrimas calieiltes y saladas,

mi vicuñit1l?

"Querida vicuñita, -

no llores así bajo la nieve y el

frío, -

pues siento que se me parte el corazón. -

¡Oh!

¡Cuánto nos pareeemos, ambos sin padre, madre ni abri–

go! -

¡Pero por lo menos tú posees tu nieve blanca y· tu

amargo es tanque, mi vicuñita!

"¡Mi vicuñita amada, -

llévame, condúce-me hacia tu

rebaño! -

Juntos

corre~emos,

llorando, -

por éntr·e las

matas de ischu. -

Lloraremos los dos, -

hasta que se

n9s

det·enga el corazón y se nos cierren los ojos. -

Yo te se–

guiré al galope hasta los pantanos y a través de los ríos. ·–

Contigo escalaTé las boscosas montaña1s, ¡oh mi vicuña

amada!"

He aquí a un indio del altiplano que se conmueve ante

el dolor de Jos anima1iHos que ama:

"Pececillos de los tranquilos ríos, -

pecec}llos de los

J

quietos ·estanques, -

vosotros que buscáis seguro abrigo -

entre las raíces ·de los sauces de las orillas, -

¡tan frágil

amparo! -

¡He aquí que ahora viene un enorme torbellino .

-de agua, -y el agua negra de la crecida! -

¡Ay!, os coge

y

os

arrastra, -

a vosotro$ y vuestro nido, sin dejar

na~a.

'\

"¡Oh! Pou-cou pou-eou, ave de 'las alturas, -

tú que

habitas en las matas de los páramos, -

has construido tu

nido suave en el corazón de .un) arbusto de ischu. -

¡_Oh,

pobre pou-cou pou-cou! -

De pronto se levanta un viento

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