con .imperturbable serenidad, muer·e, sin retdoceder un
paso,
allí donde su jefe lo ha colocado.
"Casi sin
volun~a;d
personal, desprovisto de iniciativa,
no se r·esiste ni rebela jamás; ni. cruel ni sanguinario con
los enemigos, no
Lo
es sino cuando l·e .e.s preciso ·ejercitar
una venganza. En ese caso, sus instintos de tl..gr·e lo empujan
·a la más extrema ferocidad.
·
"Magnífico ante el odiado adversario, no
s~e
rinde, no
pide cuartel, muere indomado
y
desdeñoso, admirable por
la s:angre fría con .que .ve llegar el fin de su existencia."
A su paso por ·el Perú, como embajador p.a:r:a · las fi·estas
del centenario-de la independencia, el g·eneral Mangin, co–
·nocedor en héroes, pudo observar de cerca a los indios en ·
el regim
tento, y escuchó ef juicio qüe les m·erecían a los
oficiales
instructor.esde nuestra misión milita·r.
He
aquí el
resum·en de estas impresiones, consignadas en el libro "Al-
. r·ededor del
Contin~nte
Latino":
"Los quichuas, que forman la masa de infantería del
ejér-cito, pertenecen a una raza antaño guerrera, actual–
m·ente som·etida, pero que recobra sus .cualidades :una vez
con las armas en la mano. El quichua es sobrio,
resist~ent·e,
tenaz., valiente, muy fiei ·al j·e:f·e que le demuestra afe.cto.
Bien dirigido,
se
~convierte
en poco ti·empo en un ·excelente
saldado.
"Prueba de ello di·eron en la guerra del Pacífico. En el
combate de San Francisco, los bataUones de Cuz·co
y
Aya–
cucho hicieron prodig.ios de valor en los ataques a la ba–
yoneta, cuando se trató d.e apoderarse de los cañones chi–
lenos situados en bate-rías en las a.lturas.
"En
la batalla de Tacna, los desc-endi·entes de los incas
rivalizaron en coraje
y
dem9strruron una admirable tenaci–
dad ante un ·eh·emigo superior en número, en instrucción
y
en armamentos.
"No obstante, en el combate, los artilleros -m·estizos en
su
mayoría-, preferían sus mosquetes al cañón." •
*
Algunos episodios de la guerra pondrán en evidencia el .ca-
rácter íntrépido de los quichuas modernos.
·
'El
27
de ·noviem'br·e de
18719
se
libró la batalla de T'ara–
pacá, entre 4,5o"O chHenos de las tres armas, bien equipados
y alimentados,
y
3,000 peruanos extenuados de hambre, de
sed y de fatiga por una marcha de varios días en el desierto,
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