se.gufan los
reba:ñ.osde llamas para obtener próvisiones. Con–
tra estos caz·ádores lanzaba patrullas que
les
tendía·ri tram–
. pa.s, los provocaban a combates singulares y final.me.nte -los
aniquila;ban.
Para librarse del inca, el capitán español decidió ir a
cogerlo -'en .su nido de águHa, y partió con -80 hombres mon–
tados y una compañía d-e infantes. Al cabo de un la-rgo
~odeo
por desfiladeros
desi~rtos,
llegó por la tarde a divisar la
fortaleza construída en la cim:a de una :ais-lada montaft:a.
· Esta era inexpugnable por ·el f•rente, sobre todo para una
compañía de caballería, pues se encontraba protegida por
inmensas rocas, reforzadas éstas por muros de piedras
y
la–
drillos. Por otra parte, aunque bordeado por el río profundo
y estr·echo, y defendido además por un .elevado muro, el
otro lado era
menos
abrupto, estaba desprovisto de sistemas
de fortificación y era, por lo tanto, más vulnerable: lo es–
cogió, pueiS, como puntq de ataque, y esperó la noche .
.Protegido por la:s sombras, atravesó a nado el río to–
rrentos
o, preparócables y escalas para el a!S,a-lto y antes del
alba se
aproxi.mó,s~eguro
de encontrar aún a la guarnición
en pleno .sueño. ¡·Qué ilusión! Milla·res de ojos lo espiaban
en la oscuridad."Apenas
sus
hombres
se
aproximaron, el muro
cobró vida, y una nube de pi·edra:s, flechas y jabalinas cayó
.sobre los estupefactos a.saltarites. Muchos resultaron g-r1ave–
mente heridos y todos .se des•bandaron.
Dos
yece.s en el dia, Pi2jarro. logró r-eunir a .sus hom–
Bres y lanzarlos al combate; pero ·en cada oportunidad hu–
bieron de retroceder bajo el alud de proyectHes. A la puesta
.del .sol el capitán dió la
orde~
de retirada.
Perodurante la batalla
Manco había hecho abrir la.s
. esc,
J.us.asde'l canal;
1
todo ·el ·
va.Ue~estruba
inundado. Los
.c-a–
ballos se hundían en el barro, resbalaban y caían, mientras
~
los indi01s, ágHes como pec·es, se precipitaban .sobre el ·ene–
mtgo
y
diezmaban a los españoles sobrevivientes.
:Estas escenas dan relieve a los rasgos caracte-rísticos de
los antepasados qui·chuas: valor y de.spre·cio a la mue-rte.
*
1
· Nervio de este valor ·era
ei
pensamiento de que comba-
tían por su ·inca, padr·e y dios terrienal de la nación. Antes .
. de iniciar una campaña y cada año en una fi·oo.ta .guerrera,
los .súbditos .le renovaban .su
jura~mento
de fidelidad.
El
huarancka,
comandante de
1,000
hombres, -convo-
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