en a'lto pequeños volantines de treinta centímetros que han .
fabri-cado ·en clase bajo la dirección de la máestra. Por el
camino, estos niños nos siguen un trecho, pero
nos
es im-
posible arr¡tnca·rles una sola palabra ·en español. Una vez
">
fuera de la vigilancia de
los
maestros, vuelven a ser quichuas
y
nada más.
La escuela
y
su influencia educadora no tienen, pues,
ningún efecto sobre ellos.
CAPÍTULO II1;
La salud del
qui~hua
La constitución
y
el temperamento del quichua lo preser–
van de muchos males. No obstante
su
desenfrenada in–
continencia, muy rara. v·ez padece las enfermedades que
constituy,en la vergüenza de
los
civilizados. Tiene plena con-
1
ci·encia de su robustez y sólo atribuye a dos causas las al–
teraciones ·de
su
sa.lud: a·l air·e q}le respira c-ulpa de las oca–
sionales indisposiciones
que sufre, y a algún maleficio/ del
brujo
los
males que le
parec.en.misteriosos.
Enérgico, sobrelleva en pie .las fiebres más altas . .Cuan–
do, tiritando y vencido, no puede ya sostenerse sobre .las pier–
nas, se tiende allí mismo donde se encuentra; no bus,ca la
estera de juncos o el pellejo que le sirven de colchón, sino
sobre la
t~erra
desnuda en el corr·edor de la choza. Así deja
libr·e ·el lecho para su familia. Un día encontré, en la casa
de un alfarero, a su hija de diez años atacada de pleuresía,
envruelta en un_a ma:Ia manta y .t-endida sobr·e el duro suelo
junto a
su
padre que trabajaba. Ante nuestro asombro,
·este
hombre expUcó: "La can;1a es para los de-más".
.
>
-
·El quichua tiene horror al médico diplomado, a las dro–
gas
dé
los farmacéuticos y a todo curandero ·que sea blan–
co. Hasta llega a des,confiar de
los
consejos y re·cetas del
cura o el misionero, pues teme que al s,eguirlos
se
prolongue
su mal o le causen la muerte. Nadie s.ino el propio indio co–
noc-e 'las razones secretas .de esta absurda· desconfianza.
En cambio,'
so~icita
ávidam·ente, y
se
aplica con una fe
cieg1a~
todo medicamento de origen supersticioso.
~or
ej-em-·
plo, tiene el más absoluto convencimiento de que )as raspa–
duras de altar mezcladas con cáscaras de trigo crudo cons–
tituyen una
especie
de panacea univ·ersal ... ¿:Sufre por á·caso
de una fiebre maligna o de algún trastorno fisiológico des-
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