do o un ternero recién degollados se aplican, calientes aún,
sobre el pecho del enfermo, y la causa del malestar se tras–
lada rápida·m·ente al cadáver del animal.
Cuando el mal se manifiesta con fuertes doiores a los
costados, se procede a amarrar, bajo cada brazo d·el pa–
ciente, un perrito vivq, y se completa la cura atando cui–
dadosamente una rana en ·el hueco de cada mano y en la
p!.anta de cada pie.
Si ·esws revulsivos no provocan la mejoría deseada, se
manda buscar un curandero. E:ste se
pre~enta
con un ca–
nasto de hierbas dif·erente.s, cubre con e:Uas al enf.ermo de
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lotS pies a la cabeza y lo envuelve en varias fra·zada.s. D·e
este .
m~do,
·convertido
~en
paquete ·respirante, forzosamente
ha de sudar por la noche. . . Pero si se resiste al remedio
y permanece seco como la estopa, entonce:s el Es·culapio qui–
chua declara melancóUca·mente que ,"el paciente desea a
toda costa morir"
y
que, por lo consigui-ante, todo
e~pecí
fico es
in
útil. ,
Pero la familia no se resigna a ·esta sentencia docto'ral
y pone en prácti·ca un supremo
.re~curso.
Uno de los parien–
tes del enf·ermo se .dirige a una charca pr-óxima y recoge
allí el limo más negro y fétido; C•On esto embadurna, desde
la frent·e
ha~ta
la punta de los · pi-es, al testarudo. Si con
esto no reacc'iona inm·edi.atam.ente,
es
señal inequívoGa de
que su voluntad está p·ervertid?-, y se ·le abandona a su
suert,e.
*
También existen Ios
bruj.oscuranderos, los
/(_amilis.
o char–
latanes que ya conoc·emos bajo el nombre de· "machis" en–
tre 'los arau-canos de·l Chile meridional.
He
aquí la opinión
que al respecto emite ·un periódico de Aya·cucho: ·
"·Generaim·ente son f·eos, sombríos, misteriosos, seducto–
res
y habilísimo:s en las trapacerías del antiguo paganismo
incaico;
here~eros,
a.demás, de las .supersticiones atcumula-
,das por sus antepa!Sados cris•tiano:s. Con esto se impone_n fá–
cilm-ente al respeto y la credulidad de los de su raza. Estos
magos
se
presentan como árbitros de la naturaleza, infali–
bl·es en su ciencia médica. Emplean, como talismanes secre–
tos, trozos de hues•0S o
piedra~s
imantadas, frases :sibilinas
y gestos
'impn~sionante.s
qüe deslumbran a los ignorantes."·
Una de
sus
trampas habituale_s consiste en burlar a sus
clientes con esta frase, emitida en tono enfátieo: "Estos su–
frimiento~
provienen de que las entrañas .se han enredado ..
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