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SERGIO QUIJADA JARA
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Herodes.-Ens~ñadme
el punto del Cielo. en que se halla
la estrella, quiero verla.
·
Rey Blanco.__:Es
imposible Herodes. El hermoso astro que
nos
~a
guiado desde nuestras lejanas tierras, con su
mist~
riosa luz, ha desaparecido al. divisar los a ltos minaretes de
esta tu ciudad.
Herodes.-Y
qué auguráis de esa desaparición?
- Que áquí ha nacido el Mesías que buscamos.
-Y para qué queréis encontrarlo con tanto empeño?
- Soberano de
Jerusalén~
Necesitamos encontrarle, para
depositar a sus divinas plantas oro fino recogido de las ori–
llas del Nínive la Grande como a Príncipe, incienso cómo a
r:>ios, y mirra como a hombre; besar sus santos pies y adorar–
le, como' se mereC!e un anunciado de los cielos. .
Rey
Iooio.- Nosotros somos hombres de ciencia más que
de guerra e inspirados en la Astrología, explicamos científi–
camente la ley invariable que rigen los astros celestes. Pues
bien, el rumbo que ha seguido aquella estrella misteriosa en
nuestro camino, es inmutable y no éstá demostrado por la
ciencia; puesto que, desde el principio de la creación hasta
nuestros días, no se había visto un astro de tanta magnitud
y brillantez, que se mece en las nubes, como aquel que nos
tiene en este momento preocupados. ,
Rey Negro.-Herodes:
no desconfiéis de nosotros, abriga·
mos un corazón puro, que. no dan cabida a la desconfianzi;.
y
a la malicia. Nosotros, los hombres de Persia, lo primero que
aprendemos desde nuestra infancia es decir la verdad. La men–
tira lo consideramos como un oprobio, como una mancha he–
dionda que empaña el blasón
y
el honor de los caballeros.
Herodes.-Gracias,. sabios caldeos. Yo admiro vuestra
ciencia y respeto vuestra fe. Nada .es tan gra:nde para Hero–
des, sobre la tierra, después de Dios, como un sabio. Ya que
el destino, por fortuna, os ha conducido a mi palacio, perdo–
nad si mi ignorancia os molesta pidiéndonos pormenores
acerca de esa estrella que habéis venido persiguiendo hasta
Jerusalén. Id pues a buscar a ese Niño y cuando lo halléis,
hacédmelo saber para que yo tampién vaya a adorarle,
y,
ce–
lebraré
gu~toso
un banquete cte nacimiento
a
usanza de vues-
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