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eeniza caliente del rescoldo", con que combaten la frigidez de los
miembros, úsase también con éxito el ''té de quipi (Coronopus
didymus) ", que contiene un aceite esencial sulfurado y goza fama
de ser un buen modificador de las secreciones bronquiales. Lo mismo
puede decirse de la ''albahaca (Osimun carnosum) ' ' que se la em–
plea con éxito en forma de cataplasmas calientes en el sitio del
dolor. De esta planta, el Dr. Mandouti dice: ''Albahaca, flor de
harina, aceite rosado y vinagre, hecho emplasto, pondrás en el pul–
món''.
Se recomiendan también las cataplasmas de "hojas de malub-taco
o algarroba del diablo (Cassia tomentosa), atamisqui (Atamisquea
emarginata) y ají del monte (Capsicum microcarpum)" de segu–
ros efectos revulsivos. Recuérdese
si
no la propiedad cáustica del
' ' atamisqui ' ' y del ' ' malub taco'', que goza entre nosotros de la
misma fama de aquél.
Todavía algunos tratan el ''costado'' con infusión de ''malva
(Malva silvestris ' '
mezclada con
iel,
del ya citado
monía": "La
ua
santo con un poco
¿Este ' ' card sa
is o u
Luis Comenge
s e
o
=>'""""., .___.
Para termin
gueremos tra
ribir, por lo curiosa, una receta
para el ' ' costao' ', publicada textualmente por el diario ''La Opinión
Pública'' de Santiago del Estero, el día 22 de agosto de 1886. Dice
así: ''Defensivos de vinagre y después para baños sombra i toro
i
un puñado de afrecho
i
otro de sal y después para friegas
aceite común y tabaco de don jaime
'y
mostaza de alen
y
después
para la ayuda yerba buena i anis flor de mansanilla
i
malva y
afrecho de trigo y un baso de agua de hombre i sal de tierra y que
sea bien fuerte, para la purga el aceite
i
castor con agüita de té
baños i friegas por la tarde. i al .otro día a las once la ayuda i al
otro día de mañanita la purga bien tomada''.
Poco o mucho más o m·enos, esta receta contiene todo lo · for–
mulado anteriormente para el mal que comentamos.