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y
ca ello
y
1 encar ' a ' t a
declarante di ha muj r qu aq llo polvo ran para el efecto de
matar, dándolo en comida o b bida
y
ue había baile
y
canto con
arpa
y
guitarra,
y
que dicha muj er le dijo que aquel viborón pedía
le di e de su angr ... " . Hemos citado gran parte de este proceso,
que data de
1761,
por el interés que t iene para explicar ciertas ac–
titudes mentales del curandero o de la curandera de la actualidad,
que, para mejor sacar provecho de su arte, p regonan a todos los
vientos el trato
y
familiaridad que tienen con el diablo
y
el apren–
dizaj e que ellos realizan en las Salamancas.
Esto nos enseña que es el t emor el medio por el cual actúan,
lo que t ambién es viejo, pues, dice Lozano: ''sólo a sus hechiceros
t emen por el al que de ellos r ciben ·
y
eiJos con este temor se
ensoberbecen
y
tr
a todos a l
·
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En una pe
el
· nte del
Arado" pulul
de "
ipal "vir-
tud" es vivir costa
itantes de
este sórdido p raj
gencias de
una enemistad e
,
1
endo a su
sostenimiento
untario, aunque orzoso. Es el miedo el cómplice
en esta supervivencia ae mitos, ese temor ancestral
y
supersticioso
a lo desconocido, a los poderes sobrenaturales
y
a la acción maléfica
determinada por un
ag~nte
intermediario, capaz de producir un
efecto nocivo sobre la salud
y
la vida de las personas que no tratan
de congraciarse su voluntad; es la sombra de la ignorancia que
abate las mejores fuerzas del alma
y
las somete al imperio de ese
temor, donde se agita la pulsación de la tragedia, donde germina
el misterio macabro, donde reposa la muerte.
.
Han pasado los años
y
la superstición pervive. El rastro del in–
dio permanece auténtico. La misma calidad de su alma, la misma
angustia, la misma ignorancia. La evolución parece haber asumido
una categoría de forma. No ha dejado en pos de sí la obra que se
esperaba de ella, ese proceso cultural de hondura que,
al
modelar la
fisonomía de las razas, pone en los rasgos exteriores un contenido de
expresión profundo que borra lo salvaje e hirsuto de la pasta con
que han sido hecl}.as. Lo actual es lo anterior. Apenas han cambiado
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