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machacadas con agua y dejadas en fermentación, producen una be–

bida agradable. También se las consume al natural, teniendo, en este

caso, el valor de un postre delicado y silvestre.

.Aunque no tan difundida, la pata (Ximenia .Americana, L.) es

sumamente rica. Parecida a la ciruela o al damasco o albarillo,

y

llamada también ''albarillo del campo'', su carne es suculenta

aun~

que escasa y exquisita su fragancia.

Todas ellas, y algunas otras como las doca o tasi

(1)

(Morrenia

Odorata, Lindl.), que no cons.tituyen un alimento general sino bajo

la forma de dulces, están profusamente distribuídas

y

al alcance

de todos.

Deben ser considerados, tanto por su sabor como por sus princi–

pios nutritivos, alimentos de primer orden entre los que la natura–

leza prodiga a manos llenas.

A

LOS DULCES

membrillo, . lima, limón,

r

ir ningún deta-

1

1a hace con las

del . campo.

ca, preparados con

mondada, se hace

r

la adición de agua

,

,

;r:

·a carnaza frutal destila un jugo rico en

sacarosa, que, condensado y transformado lentamente con . el calor,

se almibara de sí mismo.

Varias son las especies de dulces que de él se obtienen. El más

codiciado, conocido con el nombre de arrope rubio, es el producto

más puro y cristalino. De elaboración difícil, pues ha de hacerse

fraccionadamente, a fuego lento y lavando antes la paila para cada

porción, requiere la paciencia de un santo. Pero es tan delicado su

paladar que compensa los afanes puestos en la obra.

Otra clase, el arrope negro, en el que interviene una pulpa con

restos de corteza, es semejante al rubio, pero más rústico. La cocción,

(1)

''Otra planta natural llaman tase; es como enredadera, que sube

y

trepa por los árboles; su flor blanca, muy olorosa

y

su fruta de la figura de

la almendra, pero muy grande. Hay dos espe.cies: cómenla los bá·rbaros

y

aún

los Españoles asa,da o cocida''.

(P. PEDRO Ll()ZANO,

Descripción corográfica del

Gran Chaco Gualamba.,

año 1733, pág. 43).