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Postre delicado de gourmets, la tuna es el alimento del pueblo.
Recogida la cosecl}.a, se la transforma en arrope negro- o rubio, en
· conserva o jalea, formas éstas en que es industrializada para el con–
sumo invernal.
LAS OTRAS FRUTAS
Una fruta también muy codiciada es la ulúa (Cereus Spegazzinii,
Web.). De forma globulosa, erizada de tubérculos, su corteza rojo–
parduzca encierra una pulpa dulzona, grisácea, muy asemillada. Se
come la ulúa al natural, y algunas veces con azúcar o miel.
Semejante en forma y tamaño a la tuna, el ucle (Cereus Quisco
Web.) se diferencia de ella por el color marrón oscuro de su corteza
y
por no presentarse erizada de espinas. En cuanto a su pulpa ella
es de color rojo vinoso, muy fresca, dulce y agradable.
A las ya citadas frutas sigue una extensa variedad de cactus
comestibles
y
muy solicitados. Entre ellos el quishcaloro (Opuntia
Kiscaloro, Speg.),
entímetros de largo por 3 centí-
metros de ancho, (le rma cilíndric
i
:ul
e· 1 nllivin-
cha (Cereus Chal be
el
Lab.)
muy semejantes. En
em.), de
corteza pardusca y
de
cierta clase de du ce.
Fuera de las a "
i"
tadas por
la calidad de sus
cua e mer ce estacarse el cha-
ñar (Gourliea Dec riic
, G±l .
1 ,
conocido ya desde las crónicas
de la conquista, hallándose consignado su nombre en las Probauzas
de González de Prado cuando dice :.' ' ... a descubrir la prouincia de
los yugitas (diaguitas), adonde entramos en la dicha prouincia
adonde hallamos mucha comida de mayz y algarroba e chañar''. El
chañar es una fruta muy abundante, de forma olivar, cubierta de
una cutícula gruesa, de mesocarpio siruposo
y
agridulce. Es consu–
mida al natural, pero su gran aplicación se halla, sin duda, demos–
trada con el consumo del arrope, que del chañar se hace y
es
muy
bueno.
.Aparte del chañar se encuentra el piquillín (Condalia Microphi–
la, Cav.), arbusto que se cuaja de frutillas muy dulces, las cuales,
(1) ''El chañar es un ·árbol no muy espinoso, que da una fruta redonda,
la cual comen fresca, y también la guardan seca para provisión de todo el
año''· (P. PEDRO
LozA.NlO,
D·escripción corográfica
del
Gran Chaco Gualamba,
1733, pág. 43).
)