Table of Contents Table of Contents
Previous Page  252 / 444 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 252 / 444 Next Page
Page Background

248

Mas hoy, en que la carne, por causa de la miseria, ha dejado de

ser para la inmensa masa de la población santiagueña, su alimento

habitual, ha muerto la fuente de su energía y el gaucho se ha trans–

formado en paria.

Es tradicional en nuestra comida el uso del picante que se obtiene

del ají, planta silvestre muy difundida en los montes de la provincia.

Decía el

P.

RICARDO

CAPP

A

en sus

Estudios críticos de la dominación

espwñola

en América,

t. 7, págs. 146 y 147, que en 1622 el Consejo

encargaba expresamente a los visitadores de obrajes, "que cuiden se

dé a los indios carne, sal y ají como está mandado", agregando que

"tiene el ají, después del maíz, el primer lugar como planta más

general y de mayor estima entre los indios de cuantas se hallaran en

~stas

tierras ... "

(T. 5,

pág.

355) (1).

De larga historia

y

honrosos antecedentes americanos, el ají es

emplea

c.onfeeci/ de numerosos platos, siendo su consumo de

impres indible necesidad

t.re

o

n tivos, que lo apetecen con deleite.

Es

o

lQ

"'ge

antes de la Con-

mplacenc

gusto del espa-

....-ñ"''llbr.."'i¡acurarlo.

~~:!!:j~~lScen

ue:Hals~

épocas. A más de

,

., p

...,;u'().vJ~~~~rf:lu

transacCion. uertos

peru

o

:a

a fincaba su orgu-

!lo en

rovisión de t bastimento, del que América era pródiga,

siéndolo España por la misma razón.

Y mientras los cronistas dan cuenta de sus diversas especies, todas

silvestres, y se hacen lenguas sobre el fuerte. y agradable sabor de

algunas de ellas, el ají se ha difundido ya en tal forma que cons–

tituye la base de casi toda la especiería

y

condimentación de las

salsas~

Desde entonces apenas hay plato de la cocina santiagueña que

no se complazca en el empleo de este producto, sobre todo si se trata

de carnes al horno o al fogón, en que su primordial adobo, junto

eon la sal y la cebolla, es el ají.

De este modo principalísimo también participa en el aderezo de

las pastas con que se rellenan las empanadas

y

tamales, como aña- ·

dido en las humitas, el fiambre

y

guiso de pata, el quevillo, el locro

(1)

En los

Comentartios Reales de

GARCILASO DE LA VEGA,

en la página 227,

al

ha;blar del ají, dice: ' ' . . . que los indios dicen uchu' '· Y en la página 288,

:agrega: ''Los de mi tierra son tan amigos del uchu que no comerán sin él,

aunque no sea sino unas hierhas erudas' '.