[415-
418]
-
comprobar, se vale para excitar a los hombres a que ha-
gan penitencia y atraerlos a Sí y [415] que de tal modo
castiga a los reacios y refractarios a su gr acia .
8.
DEL. OCTAVO MANDAMIENTO
D.-¿Qué se contiene en el octavo mandamiento ?
M.-Ya se ha venido hablando de los pecados contra nues–
t ros prójimos. Por lo cua;l el octavo mandamiento prescribe :
"No acusarás a nadie en falso", que es el mayoc mal que de
palabra podemos hacer a nuestros prójimos.
[410] D.-Y el mentir por "donaire" , sin ofender a na–
die, · ¿ cae también dentro de este mandamiento?
M.-La mentira es triple: a) la primera clase se da cuan–
do se perjudica y ofende
aJ
prójimo, jurando en .falso ·y a
sabiendas de que lo que se jur a es mentira; b) la segunda
es cuando se miente para hacer un bien
a1l
prójimo, como, por
ejemplo, para librarle de un pecado o sufrimiento; [417]
e ) la tercera consiste en mentir sin perjudicar ni
ben~ficiar
a
nadie, que es lo que se llama una "mentira ociosa". Eil pri–
mero de estos fa-es modos de mentir se veda en este man-
damiento, no sólo por traJtarse die "palabra falsa" , sino por
ser además pecado grave. Los otros dos géneros de mentira
no son pecados tan graves como el primero; pero no por
ello dejan de ser pecados; pues ·no es Uciito, bajo ningún con–
cepto, decir mentiras.
[418] D.-¿Se nos manda algo más en este manda–
miento?
M.-Varias cosas más, que pueden reduciTse a la falsa
acusación, y son: fa injuria, la contumelia, la murmuración
y
la imprecación.
- 7 3 6