[363- 367]
D.-¿ Y cuáles han de ser, según eso, este castigo y esta
reoompensa?
M.-Dios añade a continuaoión de este mandaJmiento: "A
fin
de que vivas muchos años en este mundo" para dar a en–
lender que quien !respeta a los padres viv1rá luengos años;
será, en cambio, menguaida la ,existenoia de los que no les
homen,
[363]
pues no es digno de vivi,r mucho tiempo
quien no holllra a aquellos seres a los que debe la exfatencia.
D.-Y esto que decimos con relación a los padres ¿puede
también aplicarse a los amos y a todos los qqe de algún modo
hemos de considerar como padres?
[364]
M.-Efoctivamente, así es tal
c-0.motú lo dices.
Y para que veas más claJro en este punto, escucha el casti–
go que Dios impuso a dos jóvenes por no haber homado a
sus paidres, tal como lo refiere Enrique el Teutónico. Vivía
en una oiudad llaJmada Tergio un joven de mal vivir, que
haJbía disipado su patrimonio en vicios
y
placeres.
[365]
Como hubiere hablado un día con mafos modales a su madre;
ésta, enfrentándose con él, hablóle en estos términos: "Pido a
Dios que, antes de que vuelvas a casa
t:e
traigan a mi pre–
sencia atravesado por una espada y colocado sobre unas pa–
rihuehIB." Por aquel miismo tiempo había en otra ci1Udad pró–
xima otro joven que hacía dolorosamente sufrir a sus pa–
dre.s
con su pésimo trato y su perversa y desordenada con–
ducta,
[366]
tanto que, <reprendiéndole un día su padre, el
hijo le dió una bofotad
1
a . :Enojado el padre: "Ruego a Dios
-<lijo-que esta mano que has [eva1ITtado indignamente con–
tra mí se vea hoy mismo cortada al filo de una espada, y que
tú te veas en el plazo de tres días colgado de un paJtíbulo."
Aquel mismo día la casualidad juntó
1
a fos dos mozos en
un~
misma taberna,
[367]
en la que, habiendo bebido con eX'–
oeso, y empezando a luchair medio en broma y como por
724