[133-136]_
denarlos a los infiernos por sus pecados. [133] Y por la
misma razón, a los buenos les envía penalidades y sufri–
mientos en esta vida, paira infligirles así un castigo por sus
pecados leves, mientras que luego ha de galardonarlos con
la gloria eterna. Irá también encaminado ·el juicio final a
la glorificación de Jesucristo, de modo que el que en su vida
a lo largo de este mundo fué vejado, escarnecido y conde–
nado a muerte en su inocencia, será entonces honrado, res–
petado y venerado, en calidad de Príncipe, por.todo el mun–
do, de grado o por fuerza. [13_4] También este juicio re–
dundará en gloria de los santos, pues los que en este mundo
fueron menospreciados y esca·rnecidos, serán entonces objeto
de amor , gforia y distinción por par te del Señ0r. Y no menos
redundará el juicio en confusión de los soberbios que en este
mundo fuer on enemigos de Dios. También ha de ser el juicio
para que nuestro cuerpo reciba en compañía del alma su
justa recompensa, ya en el cielo, o bien en el infierno, según
sus méritos.
§
8.
DEL OCTAVO ARTICULO
[135] D.-¿Qué significa "Creo en el Espíritu Santo" , y
en especiail "Espíritu" Santo?
M.-De la misma manera que en el primer artículo se
trata de la Persona de Dios Padre, y en los _seis siguientes
de la del Hijo, as_í en éste es de la del Espíritu Santo de la
que tratamos, el cual Espíritu Santo no es el Padre ni el
Hijo, . [136] sino la tercera Persona que procede del Padre
y del Hijo, sempiterna, verdadero Dios como el Paidre y el
Hijo, porque está dotado (participa) de la misma divina sqs–
t ancia que el Padre y el Hijo.
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