ZACARIAS MONJE
ORTIZ
69
/
1
Y en La Paz, la urbe castellana que se había
erigido sobre los mismos solares de una ciudtld
aimará, Chuquiapu, estaba en pié otro varón, Se–
bastián de Segurola.
Frente a frente al caudillo aimará, de Amé–
rica, el comandante vasco, por España.
Cuando los vascos conozcan su origen étnico,
que lo ignoran los más sapientes
etnó~ogos
espa–
ñoles,
y
es preceltíbero, prerromano, etc., ¡ay! en–
tonces comnrenderán toda la belleza de este due·
lo de dos cÜllacas: el aimara v el eúskara .
(1).
Nacido en Azpeytia, de
,!'a
provincia de Gui–
puzcoa, el
27
de enero de
l.74Ó,
Sebastián de Se–
gurola
y
Oliden, fué de los contados i):Jeros
qqe
llegaron a playas de América con padres conoci–
dos. Lo decimos sin ambajes p (i)rque plácenos dar–
le al vasco lo que es del vasco. Desde cadete llegó en
1776,
al grado de ayudante mayor, capitán actual,
más o n\enos, y en tal etapa de su1carrera del ar–
ma de infantería, su amo el rey Carlos III, le con–
cedió empleo en América del Sud, y el oceáno un
camino hasta la desembocadura del río de La Pla–
ta
~e
Potosí... Con la cruz de Calatrava llegó el hi;
dalguillo a la villa de Sorata, donde se sintió, na–
turalmente, mucho mejor que en su tierra, pues
que en vez de rugido de las temp,estaqes sobre
la
mar, las playas y
l~s
montañas cantábricas, su ru–
deza de hombre serrano, solitario
como su raza
pescadora
y
pastora y minera, halló
cabal pero
más risueño asidero junto al campeón de los An–
des
y
sus hijos los aimaráes larikgasas, a quienes,
más sus convecinos españoles, patricios y mesti-
(1) Cullaca, hermano.- N. del A.
.
\