ZACARIAS MONJE ORTIZ
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bierno dado que eran paises que a sí mismos se
abastecían en buen número de
renglones~·
y sus
propios . tercios, en cuanto a la clase de jefes y
oficiales, empezaron a sentirse en dislocación con
el rey y se acostumbraron a pensar por sí mismos;
la ven taja, para los americanos.
Los si tiados en La Paz, por mayo de
1.781.
comenzaron a sufrir los apuros de la falta d e ví–
ve
res para
lo~.
combatientes y la población civil.
El
d.ía21
de dicho mes hubieron de efectuar una
salida al campo libre por esta causa, aunque Se–
gurola diga qüe también con la idea de capturar
a doña Bartolina, la Virreyna, esposa de su ex–
celencia el Virrey Tupakj Katari, a quien le ha–
bía dado por ir a m1as diligencias políticás hasta
"la Capilla",
(1)
a un lado de San Pedro, según
el memorialista, y no es otra que la del montículo
d e Sopocacl¡i. El golpe de m ano fué exitoso en
parte porque los e pañoles lograron capturar una
buena tropa de ganado que no se sabe si seda va–
cuno, ovejuno o de allpachos
y
liamos .
Al 26 d e junio, las etapas
de los
cercados
blanquillos
y
demás acompañamiento han subi–
do a la categoría de grato recuerdo. Es entonces
que el estratego don Sebastián, es llamado a gran–
des metafísicas que lo conducen a echar un ba–
lance de la campaña, mediante lo cual, aunqqe
con optimismo que lo consolaría si a la vez fué
consciente de su engaño propio, llega a compl,!tar
en cuarenta mil a los revolucionarios culpables
(1)
Pequeño templo católico consagrado a Nuestra Señora de
la Concepción.