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en los cielos de América.

Esta constelación se éonoce actualmente con

1

--

el nombre de Cruz del Sur

(1).

El profesor Imbelloni. en una erudita disertación leída en la Aca–

demia N1acional de la Historia, en Junio de

1938

con motivo de su

jncorporación como académico de número. estudia todos los aspectos

de la intrigante cuestión y sostiene quE' :q!1.nte ac?gtumpraba

~epre~entar

con estrellas luminosas las virtudes de la fll?sof1a

me~weval

y que las cuatro virtudes cardinales tienen en la Divina Comedia. do–

ble representación alegórica.

Su trabajo abarca todos los aspectos. Inclusive los geográficos

y astronómicos. Y afirmándose en el aporte bibliográfico que exhibe

termina sosteniendo que en lo que respecta a la aparente imposibi;

lidad de que Dante conocíese cerca del año

1300

la Cruz del S'ur "hay

aue recordar que su visibilidad se extiende en Africa hasta Guinea.

tierra ya bien conocida por la. antJgüedad clásica.

Por el lado .'oriental,

agrega. se extiende hasta la Meca y el Golfo de

Omán,

de manera

que _pudo ser observada por los astrónomos sarracenos. Por otra parte

-sigue Imbelloni- tenemos una certidumbre bibliográfica aún más

precisa, pues está averiguado que esa constelación se encuentra men–

cionada en el

AJmagesto

de Tolomeo, que Dante conoció. ciertamen–

te, en la traducción latina de

1230.

De cualquier manera, los versos del 'Dante se inflaman con el

soplo de lo desconocido. por el · magnífico cielo americano. Por otra

parte, estas sugestiones están llamadas, acaso, a ensanchar el área de

aceión del folklore patagónico

1

remozando. sin duda. el recuerdo del

espíritu intrépido de una raza que. hasta en sus leyendas más deli–

cada~

y

románticas, se respira una atmósfera de lucha

y

de misterio.

Uno

de·

estos

r8l.::tt0~.

según el poeta Juan Julián Lastra en su

folleto

''

,T

erarqnict

iVIor:d

y Política del Territorio

(Neuquén)

en

N'ut:stro Régimen Institueional" arranca de las postrimerías históri–

cas

y

no historiadas del siglo XIV, de acuerdo con la narración de la

Comisión Naciona,1 de Climatología y Aguas Minerales, sobre las

aguas minerales de Neuquén y que reproducimos seguidamente por

la significación simbólica que tiene

(2) :

,

"Ha-bía un cacique llamado Copahué, cuyas hazañas guerreras le -dieron no

solo el dominio di las tribus del Sur de Chile, sino también de algunas 1del Norte.

De su dominació_n se cita el testimonio de un historiador indígena., llamado• Puel,

quien narra un levantamiento de tribus alia-das -que fué sofocado y vencido en el

valle de Ac-oncagua, siguiéndole la terrible venganza del cacique

y

nuevos alza–

mientos ·de tribus hasta. el combate final en que fuera derrotado• y muerto y ente–

nado su cadaver en la cima de la más alta montaña, que lleva su nombre. En este

episodio

toma cuerpo la leyenda fabulo'Sa. El hijo mayor del cacique. tomó la

dirección y

gobi~rno

c,le la. tribu, reducida a la mitad después de la sangrienta de–

rrota. Con el propósito de rehacerla, d·ecidió abando·na.r a Chile y sentar sus toL

derías del otro

l~do

de la Cordillera, en los famosos valles del

Domuyo. E

l nuevo

cacique heredó con el nombre de su padre, su decidido arrojo

estimula.do

por la.

influencia que ejerciera¡ sobre él una hechicera. Refiere la ley-en

da, que en e

l éxodo

descubrió en la cumbr-e d·e una montaña, al a.brigo de una casucha de piedra, a una.

joven ocupada en el conocimiento de las hierbas. Llevado de su curiosidad, se lle–

gó hasta ella con el pr·etexto• de preguntarle por el sendero más directo para llegar

a su destino.

La

respuesta fué· breve, pero la beUeza de l.a serraña, su don cautiva.

dor, apresaron al viajero. En vano la tribu acampada .a la intempérie lo re-clamaba

impaciente. E.n vano, porque él ya no era dueño de su vo

1

1unta¡d. Una atracción

invencible lo detenía. Ella le dió como amuleto un ma.nojo d·e (jar•amago, que le

daría mayor v.alor que el que él po•seía, con la indicación de que cuando ganara

la batalla -la primera ba.talla- contra los que atacaran su [toldería, debía volver

a ella.

'

\

:

(1)

(2)

Es proba-ble que.

~a

Cruz del Sur hay.a formado

p~r~e,

como las. Tres, Ma.rías,

de la interpretaciOn de las llamadas Nubes

Ma~allamcas

d-e la mitologta ar.au_

cana de }a. que habla Lugones, en "E:l Payador ..'.

Véas~

folleto citado págs. 11,

12

y

13.

La versión corresponde al informe

oficial de lá

mencio~ada

Comisión Nacional y se encuentra .en los Archivos del

Gobierno Nacional.