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siones, claros indicios de una literatura ind!gena.

t.

Se puede afirmar,

pues, quo no hubo una literatura en el Peru prehispanico? Lo quE:

se puede afirmar es que Ios cronistas desdefiaron esa literatura, que

no la tomaron en cuenta; que se refieren a ella solo circunstancial–

mente, como aspectos secundarios o accesorios de las costumbres

que narran mas que estudian. Los aspectos militar, administrativo,

econ6mico y religioso absorvieron por entero Ia atenci6n de los con–

quistadores y "tambien de los cronistas.

De alli que se pueda sefialar como caracteres de las cr6nicas,

si n<> de todas, de la mayor parte, la limitaci6n y la parcialidad. Li–

mitaci6n de no hacer sino meras referencias, alusiones a

"ca1itares

" ,

que casi siempre se los hace ir mezclados a

"borracheras".

Parcialidad

y prejuicios; concepto anticipado de considerar a Ios indios como

umidos en '' gran ignorancia y barbarie '' ; parcialidad, sin duda,

o falta de solidez de criterio, delatada en contradicciones, como las

que. incurre el P. Morua. En un parte dice:

"I

no tenfa necesidad

uno de otro porque todas las cosas eran comunes como fuesen

iguales, y ninguno mayor que otro, y no habia lugar entre ellos de en–

vidia, y la igualdad de la pobreza hacia a todos ricos (gran filosofia

decimos nosotros) ; no habia entre ellos juicios, ni jueces, fuera de

sus gobernadores, tucuyricoc, porque no

habi~

que corregir ; no te–

nfan leyes porque no habia excesos ni maldades. Una sola ley ha–

bfa entre esta gente., que era no traspasar el derecho de naturaleza.

Avaricia no la habia que les ponia trabajo y esto porque el Inga les

hacia huir de toda ociosidad torpe .... ; no codiciaban cosa porque

no les daba lugar; con el sol se calentaban; con el rocfo, humede–

cian; con

el

agua del arroyo .quebrantaban la sed; la tierra Ies da–

ba cama; la solicitud no les quitaba ei suefio y con el trabajo que

tenian, el pensamiento no les fatigaba el coraz6n ... '' etc. (pag.

114). Sigue una descripci6n casi elogiosa.

Y en otro lugar: ''Es gente muy viciosa, ociosa, de poco traba–

jo, melanc6licos, cobardes, viles, flojos , tibios, mal inclinados, men–

tirosos, ingratos, de muy poca memoria, y de ninguna firmeza,

y

algunos ladrones y enviadores; son tambien id6latras, abujioneros,

adulteros, dados y acostumbrados a pecados nefandos y abomina–

bles . .. " (pag.

122).

Esta acerba pintura moral del indio esta en franca opos1c10n

con los conceptos transcritos antes del mismo P. Morua.

t.

Que de.nota

todo esto ?.

Pero dentro de los caracteres anotados, los indicios, los ligeros

datos, que nunca faltan

y

que se ven repetidos muchas veces, prue–

ban bastante y mejor, que e.xisti6 esa literatura aborigen, perdida

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