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Otra noticia interesante de este cronista es una referencia a escri–
tura. Dando cuenta del testamento de Huayna Capac,
(1)
dice: "Des–
de que llego (de regreso a Quito) su enfermedad fue siempre agra–
vandose; una fiebre mortal le consurnia, y sitiendose morir hizo sn
te tamento,
segun la cost'mnbre de los Incas,
que consistia en tomar
un largo baston, especie de cayado,
y
dibujar en el rayas de diver-
os colores, por las que se tenia; conocimiento de sus {1ltimas dispo–
siciones ; se le confio en seguida a un Quipocamayo o notario". Pag.
103).
CALANCHA.-El
P.
Calancha fue uno de los mas diligentes cro–
nistas del antiguo Peru. En su famosa
" Cr6nica Mornlizada cle la
Ot·den de San Agiist/,n"
n os trae profusion de relatos, fabulas y no–
ticias· curiosisimas respecto de los aborigenes. No es posible exami–
nar todas esas fabulas, ya que con ellas y las que nos han trasmitido
otros cronistas, bien se podria formar una verdadera
Mitologia pe–
ruana,
de gran interes y mucho encanto, sin duda. En lo que res–
pecta a nuestro estudio dice :
'' . . . . . siendo asi que ya por sus quipos, que son sus anales,
de que dire mas adelante; ya por
cantares
y
eventos en que conser–
vaban las tradiciones, sabian ellos (los indios) el suceso del Arca y
el agua del diluvio,
y
lo contaban refiriendo noticias a los primeros
espafioles, y que sabian eran descendientes de uno de los que salva–
ron en el Arca. Asi lo atestigua el antiguo escritor de este reino
Agustin de Zarate, Francisco Lopez
d~
Gomara, Juan Botero y An–
tonio de Herrada". (pag.
41,
t.
I.).
En otra parte: '' . . . . era oficio de los Amautas, que eran sus
filosofos. o Letrados, hacer cuentos en que legalmente se referia el
suceso, la historia o el razonamiento, tomabanlos de memoria los
quipocamayos, que eran como Secretarios de estos archivos, para
dar cuenta al Inca,
y
Arabicus, que eran us poetas,
componian ver–
sos breves y compendfiosos,
en los cuale encerraban la historia, el
suceso, o la embajada, y se contaban en los pueblos o provincias
donde pasaban, ensefiandoles el padre al hijo y este al suyo".
(pags. 90
y
91 ) .
Como Acosta. el P. Calancha habla con elogio de la fidelidad de
los quipus, que servian para conserva.r memoria de las tradicione'S
antiguas; dice que por ellos bubo entre los indios
noticias del Dilit–
vio, del origen del imiperio, con
la
aparici6n de V iracocha en Tia–
hua.naco,
y
la repartici6n de las tierras de aquel en ciiatro partes,
dandolas a ciiatt-o hmnbres.
Los quipus eran fideli imos conservado-
(1) En relaci6n con la muerte de e te Inca, el Dr. Urteaga iuserta en
u bello libro El Fin de un Imperio, pag. 62, un canto tipico c1e la "llorouas"
0
enuechauoras.