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Prosiguiendo en su referencia al mismo soberano, dice que "por
su gobierno tan acertado se mejoraron las cosas de tal ruanera
que parecia haberse trocado los tiempos y dado una vuelta al mun–
do' ', raz6n por la cual fue lla_mado l'achacut1. '' .... Y asi fue muy
celebrada su memoria entre los indios,
dandole rnas honor en sus
c<J1ntares
y
poesias,
·que a ninguno de los demas reyes que le prece–
dieron ni de los que vinieron despues del". (pag.
157,
t. id.).
En lo que respecta a las cost_umbres, se ocupa de los funerales
y dice: "Celebran las obsequias (excequias) acompaiiando al muer–
to sus parientes y amigos hasta la sepultura con
cantares
lugubres,
bailes y borracheras .... ''
·
'':Mn los cantares repetian y traian a la memoria las hazaiias
y
cosas mas memorables que sabian del; contaban los lugares donde
habia . vivido, las buenas obras que habia hecho, con cuanto podia
ser motivo de comparaci6n y llanto" (Pag. 40, t. id.).
Cobo nos trae tambien varias oraciones usadas por los indios
para saludar a sus dioses (pags.
77, 88
y
89,
t. IV); dichas oracio–
nes las encontramos tambien en Molina.
Habla luego de
cantares
a
prop6sito para cada fiesta
(pag.
89,
t. id.) concordando con otros cromstas en cuanto a las ceremonias
correspondientes a cada una de ellas. Cita los cantares identificados
con las danzas:
el
huari, taqui, cayo, etc. Habla tambien de los Ay–
moray (pag.
108)
y
ct.elAravi (yaravi), cantar con que traian el
maiz de la chacra, despues de la cosecha (pag. 109, t. id.).
Nos ofrece una especie de oraci6n ritual, cuando en la
corona~
ci6n del rey sacrificabau un nllio a .Viracoclla: '· :::>eiior: es to te ofre–
cemos porque nos tengas en quietud y nos ayudes en nuestras gue–
rras y conserves a nuestro Senor el Inca en grandeza y estado, y que
vaya siempre en aumento, y le des mucho saber, para que nos go–
bierne con acierto '', (pag.
1~5).
Es muy importante la noticia de los cantos agricolas, asi como
una nota al respecto de Jimenez de la Espada: .. , '' continuan la la–
bor (agricola) todo el tiempo que dura .... , regocijandose con cantos
a su usansa" (pag. 188. ·t . IV). "Tienen sus cantares alegres aco–
modados para cuando aran, los ·cuales cantan todos a una, entonan–
do uno y siguiendole los demas; y llevan su compas tan puntual,
que el golpe que dan en la tierra con las Tacllas no discrepa un pun–
to del compas de su canto; y asi como en este van todos a una, lo
van tambien en levantar la 'l'acllas y herir con ellas la tierra; que
cierto es de gran gusto verlos arar a su usanza, como yo los he visto
hartas veces, porque sus cantares son agradables
y
suelen ofrse a
mas 9-e media legua de distancia" (pig.
199,
t. IV).
En una nota Jimenez de la Espada nos ofrece un cantar que
usaban todavia entonces los indios quiteiios en la siega: