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parates de sus a1titigiiaUas,
invocan el nombre de la Huaca, alzando
la voz, diziendo un verso solo, o levantan las manos, o dan una vuelta
alrededor conforme al uso de la tierra, y el modo ordinario es no
pronunciar de una vez el nombre de la Huaca, sino entre silaba
y
silaba interpolar la voz sin pronunciar silaba alguna" (pag. 53).
Analogas ceremonias y ofrendas hacian a la huaca Huamancan–
tac (Senor del guano de la islas) "para que les dejase tomar el
huano, y en llegando de vuelta al puerto. . . . baylavan, cantavan y
bevian" (pag. 55).
Hablando de lo funerales y entierros de sus muertos, cuenta
que hacian ''el Pacaricuc, que es velar toda la noche,
camtwndo en–
dechas
con voz muy lastimera, unas veces a coros, y otras cantando
uno y respondiendo los demas ..... " pag. 59). Dice ta:mbien que
cantaban
"las alabanzas del difiinto"
(pag. 84).
Y que ''en algunos pueblos de lo llanos, diez dias despues de
la muerte del difunto se junta todo el Ayllo y parentela y llevan
al pariente mas cercano, a la fuente o corriente del rfo, y le zambu–
llen tres vece .... , y luego se hace una merienda,
y ... .
acabada
l a
borrachera barren el aposento del difunto, y hechan la basura fue–
ra, ca.ntando los hechiceros, y esperan cantando y beviendo toda la
noche siguiente, al anima del difunto, que dizen que a de venir a
comer ... " (pag. 60 ).
La Cr6nica del P. Arriaga es "rica en informaciones y noticias
sobre las supersticiones y falsos dioses de los antiguos peruanos, asi
eomo ilustrativa en cuanto a los metodos de evangelizaci6n emplea–
dos en las colonias espafiolas por los padres ca tequizadores"; pero
no asi en lo que respecta a informaciones a cerca de elementos litera–
rios. los Que son escasos y enteramente ocasionales.
El Padre Arriaga, que se ufanaba de su labor destructora, de–
clara en el libro que examinamos haber "destruido y penitenciado
679 ministros de idolatria, quitado 603 huacas principales, 3418
conopas, 45 mamazaras, y otros tantos conopas, 189 huacas y 617
mallqui's '' ; procediendo por encargo u orden del Virrey Principe de
Esquilache y del Arzqbi po. de Lima; Bartolome Lobo Guerrero.
La obra del Padre Arriaga-como la del Padre Avila, otra se–
mejante, que segun el mismo declara destruy6 mas de treinta mil
idolos, adoratorios, mallquis, etc.- hizo imposible que se conser–
varan elementos de la cultura antigna los que se consideraban perni–
ciosos y olamente dignos de ser de truidos enteramente.
BETANzos.-Juan de Betanzo , el gra.n cronista militar que
merece entero credito, porque, ca ado con una hija de Atahualpa,
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