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nerales y se orden6 que en todo el imperio se honrara su memoria

con

cantos,

en los que e hiciera menei6n de sus grandes hazaiia

y

de los principales actos de su reinado (pag. 65 ) . A Inga Yupanqui le

sucedi6 Topa-Inga, su hijo, llamado por sus cualidades, Pachacuti, el

reforrnador,

que es a quien nombran otros cronista como que en

cuyo tiempo o gobierno se orden6 honrar la memoria de los

Inr.as

fallecidos con cantos loatorios y conmemorativos. E tos cantos son,

pues, el origen de la epica oficial.

Hablando de las fE)stividades, Balboa nos da not1ma de los

Aymorai,

preciosos cantos que se entonaban en coTo, en el mes llamado

Atuncuzqui-Aymorai, que correspondia a Mayo. (pag. 75) .

En otra lugar nos habla de los himnos religiosos de octubre

(mes llamado Oma-Raimi-Puchaiquis). Estos himnos ceremoniales

se entonaban cuando habia sequia, en el citado mes. Lo acerdotes

sacrificaban un llama y "cantaban un canto muy sentido desconoci-

·do del p1iblico", impetrando los auxilios de la divinidad. (pag. 76) .

Aparte de estas referencias, la Cr6nica de Cabello Balboa, que

para nuestro estudio consideramos como de las ma importante , nos

ofrece noticias de varios mitos, comenzanclo por el conocido de los

hermanos Ayar y terminando con el de la transformaci6n de Ata–

hualpa en erpiente, medio del que se vali6 para e capar cuando fue

hecho

pri~ionero

por Huascar en la contienda fratricida que ailn en–

contraron los espaiioles.

os ofrece tambien informaciones a cer ca

del diluvio, del quE>, conservaban memeria los peruanos, de la aventu–

ra maritima de 'fopa Inga Yupanqui, que b.ien puede ser considerada

como una odisea (pag. 50), y de la expedici6n de aymlap, que vi–

niendo por la via del mar se establece en Lambayeque, donde, funda

SU

dinastia, siendo este el origen de los habitantes de los llanos,

0

sea de la costa. (pag. 54).

Ademas, Cabello Balboa nos ofrece un bello episodic amoroso

de Quilaco Yupanqui con Curicuillor "celebre hi toria", dice

' 1,

El argumento de este episodic es identico al del

dra.ma

Ollantay:

el nombre de la protagonista apenas se diferencia del de Cusicui–

llor; aquella, como esta,

es

una princesa, hij a del Inca reinante; y

Quilaco, como Ollantay, es un valero o general de los ejercitos im–

periales. No obstante, es una bi toria que puede servir de argumen–

to a una novela. No cabe duda, si los antiguos peruano no conocie–

ron o cultivaron la novela en la forma perfecta, es evidente que cul–

tivaron el cuento. El episodic de Quilaco y Curicuillor, tom.ado posi–

blemente o inspirado en un hecbo r

e.al

, ha sido conservado en for–

ma de

cuento,

.que, por su cara.cter, bien puede ser considerado co–

mo una novela corta.

El episodic de Quilaco y Curicuil.lor lo trae Cabello Balboa

en el capitulo XVI y siguientes de su cr6nica.