Table of Contents Table of Contents
Previous Page  107 / 180 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 107 / 180 Next Page
Page Background

-97--

Dando un rodeo, fueron los dos a sentarse lej os sobre

una pied r a.

Benjamín se quedó recogido. El much aclao h abía

experimentado algo desagradable, como una inquietud.

Aquella

tranquila

camaradería de la

infanci.a

dab a

su primer paso oscuro hacia la vida. ·

Después

del baño,

las muchachas se pusieron a ju–

gar a

la procesión. Dos de éllas hacían silla de manos,

en la que se entronizaba Rosalía.

_Y

cantaban con una voz

que

imitaba candorosamente las rogativa :

Santa Rosalia,

ora pro nobis.

Rosalía, con los cabellos sueltos y

sedosos del baño,

sonriente y

con

los ojos baj os su rico

eolor moreno un

poco arrebatado, estaba muy bonita. Algo

le

faltalDa pa–

ra asemejarse a

lai

· aigen de Santa Rosalía, que se vene–

raba en la

r:a19illa de anejo

O.el

pu,eblo. Benóamín le puso

una

corona de rosa,<>, que en

trete

gió

rápidamen~e.

-Santa Rosa.lía,

ora pro nobis.

Y

empezaron a subir para la casa. Pacho iba

arro–

jando

por el senderito flores de retama. Benjamín hacía

de cura, ll evando el poncho de P acho , a manera de capa

pluvial.

Pero en seguida

;,e cambi aron los

papeles.

Y

B enjamín,

camin ando de esp ttldas, arrojaba

flores a Ro–

salia.

Las muchachas se cansaron . Y al

lleg,ar a la era, R0-

salía saltó, para jugar

con el perro de la casa. Revolcaba

con él sobre el dorado tamo de trigo. Y

le puso 1a cor o–

na de rosas, como un collar.

Benjamín suspiró.

Una tarae preguntó Rosa.lía a

Benj~mín:

-¿Oyes, qué es primo?

- Como tú y yó. Tú, hija de mi tia Nieves,

y

yo, hij o