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FOLKLORE Y APUN TES PARA LA SOCIOLOGIA INDIGENA

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De aquí, que, sin que queramos tenemos que ser sincretistas en un

es tudio como éste.

Para Gibbons,

la decaden·cia no es sino el cumplimiento de una

ley histórica, esto es, una especie de ondulación para un acontecimiento

de felicidad y de virtud.

En

consecu~mcia,

el fenómeno social indígena, en la actualidad, sig·

nificaría una preparación para una mejor era. Pero .con este eriterio, sólo

esperaríamos a que llegue ese

momento~

abandonándonos a

la pasividad

mrvanes ca . Cosa que

tampoco · es admisi1ble. Hemos . estudiado

esa faz

de la vida simplista

social

indígena

en

sus

aberraciones,

supers·

ticiones, mitos, costumbres, para saber de qué medios nos valdremos para

el despertar moral y material del aborigen. He aquí

qu~.

teniendo estos

elementos que

aporta

m.os, a manera de apuntes, pueda extenderse a todo

el ámbito .del Perú; y así tengan los publicistas, s·ociólogos y estadistas

sinceros, cam:po virgen para llenar su cometido.

Seg·ún Gibbons, las exeelcHudes de una raza no se p.ierden, por con·

siguiente hay un acrecentamiento, so·bre todo en el orden inmaterial, es

'Como diría Hartmann el perfeccionamiento (),el órgano. ¿Ent-0nces cómo no

ocurre en la indi·gena ?

Ya hemos diciho que d e tro del criterio de Gibbons, es una ondula·

ción por la que atraviesa actualmente el aborigen: exis ten latentes sus

irirtudes, pero que está dominado por una somnoliencia; encuéntrase en

un estado de laxitu

;pqr.

la lucha de clases librada secularmente. Asf, como

en un pugilato, por r ecio s que sean los púgiles, V'iene un cansancio ffst·

co y des;pués la necesidad de reunir fuerzas para emprender otra vez.

En efacto, antes de la venida de los españoles, las fuerzas indíge·

nas, eran flácidas, ora por la anarquía, ora por las frecuentes conquistas

o porque la reanimación se opera después de muc has cantenas de años."

Del mismo modo su.cede en t odo fenómeno social. De ahí la facilidad de la

cm:~quista.

La causa ·de su estado actual no s·ólo se debe al poder enervador

'.!el español. sino que ha sido resultante de causas anteriores. Es c'laro, que

esa ondulación precipitó el desoirdien

introducido por los conquistadores

pero no es la única causa, eoino creen muchos historiado·res.

En el siglo a·ctual, .concorde. con la vertiginosidad de la época, no

vemos la hora de que se transforme violentamente su estatismo y se opere

el despertar anciado; pero esto no es posible. Es -cierto que el impulso,

mecánico puede avanzar más con la influencia teleológica que sin ésta,

p rovocando con estímulos hacia una reacción conforme a su naturaleza

social.

En consecuencia,

las artificiales inyecciones

sólo incitan mayores

trastornos, como las incongruentes leyes dictadas último.ment e: el pro·

..