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exclusivamente, al
extrern~
de que muchos;, basta
hoy, ignoran el idioma español., ...
Sin emt)argo, los que defienden la
au'tonorn~a
de
la cultura diaiguita tratan de
expli.Qar
todo esto,
como una consecuencia de l?i conquista española.
S·e–
gún elfos, conquistadores y misibneros habrían im–
puesto
el
qui chna
a
los indígenas del Tucnmán, a
fin ,de
.tener una
lengi¿a general)
como
medio
de
eo–
mnnicación ...
Los'
encomenderos),
para
poder enten–
derse con sus 'encomendados', les habrían hecho
. enseñar el quichua
con sus 'yanaconas'
o indios
d -
rnéstico.s, procedentes clel Perú.,
q~H~
serían de unQs
y otros
intérpretes. A
su vez,
como todos los
n~isio
neros. hablaban el quichua, habrían contribuído :mu-
- cho
a vulgarizarlo, haciéndolo aprender a
~:nas
'doc–
trinados' ...
Pero es el
caso,
que
dicha explicación es
discuti–
ble. En
primer
término.
iío es
créí.ble
que
los
enco-
r
I
mende1:~m
tratas-en de imponer a los indios de Tu,cu-
mán el quichua,-
y
no e1
esp~ñol-
... En segundo luga:r,
sólo puede admitirse la influencia de
los
misione.ro$
paI'a
la
difusión
éie1
quic4ua,
eri
cornarcas
d~l - 11an.o;
como Santiago del Estero, fuera
ya
de los límites
cliag
ui
~as.
A<Llemás, numerosas referencias
históricas
prue–
ban
la
antigüedad del quichua en estas
regiones.
~l
Padre Techo, por ejemplo,
dice
que en 1631 los
in~
dios
hablaban
el quichua.
y
el
calohaqití
(o
oacétno)
en
las 'montañas del
Quimilpa?
y
en el valle de Oata,-
-marca.
Y hacia
tal
época los españoles
apenas
habíari