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dominación periwna
puede darnos
l~
solución de este
problema.» Pero, por desgracia, las referencias his–
tóricas al respecto 'son obscuras
e
_inciertas'.
El cronista. Montesinos, en sus
Memorias antigitas
y
políticcis,
nos habla,. en tres vagos pasajes) de una
relación antiquísima y guerrera entre el Tucnmán
diaguita y el Perú preincásico.
El primero dice: «Gobernó" Manco Oapac Yupan–
qui s'u reino con toda. paz aunque sus capitanes tu–
vieron algnna.s guerras contra·
los del T%citmán
que
habían entrado por los Ohich?,s»
(cap.
VIII,
p~g.
: 48). Pues bien; este Manco Oapac Yupanqui, según
Montesinos, 'habría reinado unos
1500
·años antes
de_
J
esncristo '!. ..
Er
tercer pasaje
es-
el siguiente:
«
Tupac Ouri
Amauta dejó ppr heredero
a
Huillcanota Amauta.
En
ti~mpo
de este rey vinieron muchas tropas de
gentes
por el
Tuciirnán
1
y sus gobernadores se vinie–
ron ;ret¡rando .al Cuzco.» (cap..XIII,
pág.
75). Aquí,
no se sabe si la expresión
'süs
gobernadores'
se
re~
:fiere
a los gobernadores peruanos
de Tiwunián_,
o
de
más adelante, de los Qhichas. Si se tratase _d:el pri–
mer caso, quedaría
proh~do,
con l\iontesinos, el do–
miniq peruano en el Tucnmán de Jos diagüitas.
El cronista indio Juan de Santa Cruz Pachacuti,
por su parte, habla ya de dominio peruano sobre el
. Tucnfl?,án, e:o.
tiempos
de Tnpac
Inca Yupanqni,
9~
inca
(25).
Por fin, Garcilaso de la Vega, en el conocido pasa–
je de
§US
001nentcwios...
confirma
esto mismo, eón -