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Boma
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rman otra agrupaci 'n con tituída por« el con–
tacto o la mezcla de dos entidades distinta , la
tonocoté
y
la
lule:
de las que la p r imera, má fuerte y menos bár–
bara, dió a la s gunda el idioma
y
lulcificó su arácter,
pero recibi ndo de ésta, a su vez
y
por vía de correspon–
dencia, el ·nomb1·e »;
7ª Según ésto, lo que dice Machoni en el prólogo de su
«Arte...
»
(op.))
es exacto, y no erróneo como se ha creí–
do : es decir, que sus
lules)
o
l·ules
modernos
eran descen–
dientes de los
lules
antiguos;
pero de la agrupació_n
soU–
sUas
o
su.les
que habitaron los llanos de E steco;
8ª El
tonocoté
del Padre Barzána que hablaban esos
lit
les
aní
'gu.oses el mismo
tonocoté
del
«
Arte...
»
de Ma–
choni, con las simples variantes o modificaciones intro–
ducidas con el tiempo;
9ª A pesar del título puesto a su obra, el Padre Ma-
,
choni no confundió ' a los
tonocotés
con los
liiles
';
10ª
Por último, los
lules
o
colastinés
de la provincia de
Santa Fe «tienen seguramente la misma procedencia que
los
lules
y sus 'parientes ' los
tinés)
hallados en el Chaco
tmesopotámico en
1690
»;
esto es, provienen de 'ciertas
migraciones' de los indios de los Valles Calchaq uíes
(CABRERA,
op.
I).
(12)
De lo expuesto en la nota anterior, sobre los
liiles)
resulta explicada esta cuestión de los
j uríes.
Según esto,
los
jiiríes
gnerr ros, mentados por Oviedo y Valdéz, que
en la provincia de
J
uj uy dificultaron la expedición a
Chile, de Almagro, son los mismos
liiles..
de que habla
Barzana; y los indios 'a manera de
j
nríes' de dicho cro–
nista, son propiamente los
liiles
de Techo.
Cuanto a los
furíes
de Santiago, por los Cllales dióse a