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mente. Pero el arqneólogo don Salva for Deben de ti qne
ha investigado en la.s de 'La Isla
y
estudiado
lo ~
di ver–
sos objetos (cerámica espec.ia.1rnente) encontrcdos en ellas,
comparándolos con otros de la misma Quebrada, ha lle–
gado a ciertas conclusiones atinadas como éstas : Que
basta el Pllkará de Tilcara se
' 'e
la influencia de la
cic,ltnra
calchaquí)
o es ésta misma llegada ha. ta allí; pero desde
'La Isla' para
a.niba, hastRi el Pnlrnrá de Humalrnacah
los vestigios son ,de una
ciiltn1·a niiei e¿)
peculiar,
aunqu6
en 'posible correlación con la
Mtltv.ra.1
chaqwJfici'
{op.)
pág. 259). Tal cultura.mieva sería la propia de los
hn–
mahiiacas.
Refiriéndose a dicha cultnra, Debenedetti expresa que
los objet0s encontrados, a ella atribuídos) constituyen un,
11iaterial
« sin antecedentes, sin posibles comparaciones
con el exhumado hasta la fecha) con características in–
confundibles
y
no repetidas en ninguna comarca ..
->>
Y
agrega: «Hasta este momento el arte Humalrnaca revela
la existencia de un pueblo
.Yª
bien evolucionado y cl efi-
·n.ido ... ; no hay en
él...
esas transiciones bruscas, ese po–
liform!smo que haee pensar en un ava.n.zado estado de
desarrollo del estetismo de aquellos pneblos. En Huma·
huaca, todo es sencillo, homogéneo, todo uniforme, simé–
trico, como si aquel
~
..rte se hubiese detenido) cristali–
zando sus
formas~
dictando cánones a sus decoraciones
y
desterrando el exotismo de sus dominios»
.(op.)
pág.
252).
Lue.go, considerando su cerámica,
Debern~detti
cree
que los Humahaacas no fueron 'un. pueblo establecido
en la Quebrada desde tiempo remoto', sino más bien ' un
pueblo que vino a ei;;tablecerse [allíl trayendo ideas for–
madas, carácter pt·opio y arte evolucionado'. Afirma tam–
bién que 'la vecindad de los
cc¿lchaqu,íes
y
qi~íc-huas
no