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Y di ha r gió pu o er, por lo tanto, la cuna de la de-
ignaci
'n .
Así lo o tiene, por sn parte, el erudito inves–
tiga r, presbítero Pal>lo Cabrera, diciendo : «A las
márgenes del actual río de Gastona o de la Concepción
[depart . it. de Chicligasta], uno de los que r iegan al hoy
'Jardín de la Reptiblica ', alzábase para la conquista un
pueblo indio, llamado en el idioma de los aborígenes,
uoiinia, Suoma, Yiwumanita, Yuomanita
y hasta
'Iucii-
1nanita)
según L afone; nombre que el paraje habfa tras–
mitido a la arteria, o vice versa, según la extensión i rri–
gada por aquella. Entre el asiento de
lbatfo,
donde se
erigió en 1565 la ciudad de San Miguel y el pueblo de
Tucumanita, mediaba la distancia de poco más de cuatro
leguas . Ahora, pues, el nombre de aquel pueblo o río,
inmutación, a toda luces, de
Tuoma) Tiwi"1na
o
Tiwiimán,
dió or igen, egún mi modo de pensar, al concepto hist.ó–
rico-geográfico, o geo-étn ico, que constituyera para losan–
tiguos peruanos, el
Reino de Tiwmri)
y
para los españoles,
la provincia o jurisdicción de San Mignel de Tucumán .
La exi tencia del río
y
paraj e de
Sucuma
ó
Yiwi"man ita
en la latitud indicada ·deriva de pruebas documentales»
(op.
VII, cap .
VIII;
y
op.
II). A esto agregaremos nos–
otros que todavía existe, en Chicligasta, al norte del pue–
blo de Medinas, el poblado de
Y iwii1nanita .
Esta interpretación es muy seria, y casi parece la ver–
dad; p r o ella no con tradice lo afirmado por el Padre
Lozano obr el cacique
Tucma
(con la aclaración nnes–
tra), pnes de dicho cacique pudo haberse originado el
nombre
Siwnia
-
y sus derivados - del pueblo indio
de Chicligasta.
(5) Por lo que a la
f
awna
respecta, sólo cabe decir q ne,
hace cuatro siglos, tigres
y
leones r ugían en los montes,