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dote sendos repartimientos de indios,
y
a al ·nna
dos
y
tres.
En
Salta, que recién fundado nec
sit
ba
poblarse, pensaba el
Gobern~
dor ca.sar tambi n unas
'dos docenas dellas' con los soldados qu .
allí
había.
Mientras tanto, resolvió hacer un
mona ~
t,erio donde
estas q.oncellas pudieran recogerse...
J
8.
Lcis
a1itoridades.
-
Fuera del Gobernador don
J .uan Ramírez de Velasco, vivían en la, ciudad otra.s
autoridades menores, nombradas por éste, como ser :
el teniente
g~neral
don Pablo de Guzmán, el algua–
cil ' mayor
don
Fernando de Toledo Pimentel, el
maese
de
campo don Iñigo Ram,írez, sobrin.o de Ve–
lasco, y el alférez general don Juan Ramírez de Ve–
Jasco, su hijo mayor... Pero ninguno gozaba de suel–
do;
y
el gobernador, para retribuir ep. algo sus ser·
vicios, les
daba
la comida... ERte vivía con su esposa
la buena señora doña Catalina Ugarte y sus tres hi–
jos. Probablemente habitaría con ellos el sobrino.
Don Pablo de Guzmán tenía también
su
mujer e hi–
jos. Don Fernando de Toledo Pimentel era sobrino
de don Francisco de
Tole~o,
virrey del Perú.
9.
Aittoridades locales.
-
Además de éstas, esta–
ban las autoridades locales: el Ayuntamiento, com–
puesto de alcaldes, regidores, oficiales reales, el pro–
curador y el escribano público y de cabildo, que era
entonces don Gerónimo Vallejo.
Había también una nueva autoridad, fnstitnída
por Velasco : el 'juez de registro', encargado de lle-