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ro
-
II
p.
L.1 - :
«
Hauirc" :
la
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1
t
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I
ino
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S,
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qu llaman n
el cielo.»
ve
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n
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ci lo cuan
p
ra la Vía
lá.cta en lo
lo
i ionrn
h
rm
n
el aima1á.
tanto
l
are
el
l
qui
hnc:
Del mismo modo qne lo Quichua , tambi. "n u ve ino lo
ima.rá.e
dieron a la
Íc
láct a el nombre de « camino » véa e : « ca.mino d
1
ielo
ala'1 hpcwhc" thaqi¿i»
(Bertonio, I p.
113);
thaqiti
1
e : « camino enda
atajo, etc. » (II, p. 345),
C(,lcikhpaoha,
1
« el ci lo, mor
e
da de lo auto », II
p . 9). La última palabra
e
compone de:
pcwhc(,
1
que antiguamente tam–
bién en el Aimará debe ignificar tierra, como en el Quichua, aunqu ,
Bertonio olam nte dice (II, p. 242) : «
pacha
1
i "' e po pone a
alali
h
o a
cwa
o a
nicinooa,
significa el cielo,
y
la tierra, y el infierno s gún le pro–
cede.» Res1 ecto a
ala'1 h
1
Y
a8e
« alcikharana,
1
vel
alculrana,
la parte cer–
cana a la cumbre » (II, p.
8).
HaJ, pne , analogía ab oluta entre el tér–
mino aimará (e crito en el
Vocabulario políglota
1
p. 95,
alajj pa.olia tha–
qui)
y
el quicbna; ambos se traducen con: el camino de la tierra de
arriba.
Fenómenos cit11iosfér ·oos. La tormentci
Aparte del dio de
la
tormenta
1
,
armado con maza
y
honda (ver arriba
página
149),
ha exi
ti.doentre los peruanos -
se~_;u-rame~te
en otra zona
mitológica a donde no llegara el poder de
Bciuoha
-
una bonita
y
poé–
tica interpretación del notable fenómeno atmo férico. Anotada por el
padre Bla:s Valera, fué salvada por Garcilaso de la Vega
(I,
libro
II,
cap. 27):
«Dicen que' el hacedor puso en el cielo una doncella, hija de nn rey,
que tiene un cántaro lleno de agua para derramarla cuando
la
tierra la
ha menester,
y
que un hermano del1a lo quiebra a ns tiempos,
y
que del
golpe 8e causan lo trueno , relámpagos
y
rayos. Dicen que el hombre
los cansa, porque son hechos de hombre feroces, y no de mujere tier–
nas. Dicen que el granizar, llover
y
nevar lo hace la doncella, porque
son becLos de
r11ás
suavidad
y
blandura,
y
de tanto provecho; dicen que
un Inca poeta
y
astrólogo hizo
y
dijo los versos lreferentes al asunto],
loando la excelencias
y
virtude de la dama,
y
que Dios se la había
dado para que con · ella hicie e bien a las criatura de la tierra. La
fá–
bula y lo verso dice el P. Blas Valera que halló en los nudos y cuen–
tas de unos anales antiguos que
~staban
en hilos le diver as colores, y
que la tradición de los 'erso y de la fábula e la dijeren los indios cou-
·
1
Suplemen o a
la
página 155 :
«C uando n ::tceu clos de
.un viente
(que en otra. provincias llaman
Chiwhit,
como
ya digimo
):
l uno
die.enque e hij o del :nrnriclo
y
el o ro hijo del t rueno)
y
a esto
~
llaman
Cnri»
(Calancha) p.
384).