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Según la
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interpretación, a.nte e "taban
en la
tierra, cr ada.s
por Viracocha, pero el autor <lel párrafo re pectivo, debe e tar bajo la
influencia
de
la tradición mosaica cuando escribe (Or. <le Molina, echción
peruana,
p.
7 ) :
«Dicen que al tiempo que el Hacedor
~staba
en tierra Hna.naco , por–
que dicen que aquel era u principal asiento ... , era de noche
y
que
allí
hizo
el .Sol
y
la Luna
y
estrellas
y
que mandó al Sol, Luna
y
estrella " fue–
en a la i
~a
de Titicaca que está allí cerca,
y
que desde allí subiesen
al
cielo...
».
(La bastardilla de
hizo)
es nuestra.)
Otro de los autores es menos categórico, pero debe suponerse que la
frase «formó todas las cosas», también ha de referirse a los astros; he
aquí lo que escribe el padre Oobo
(III, pp. 123-124):
«Cuando
el
Criador del Mundo (que en su lengua llaman de dos ma–
neras, conviene a saber,
Ticciviracocha
y
PachcLya.chachic) fonnó
todas
las eosas en Tiaguanaco, donde
:fingen
que residía, mandó al Sol, Luna
y
estrellas irse a la isla de Titicaca q
ne
está en la laguna deste nombre,
y
que desde allí se subiesen al cielo...
»
(Hemos marcado
forrnó
con otro
tipo.) \
/
Sarmiento de Gamboa, al fin , narra (p.
23)
que los astros faltaban en
la ,época de la primera creación, «antediluvial»:
«Dicen los naturales desta tierra que en el principio o antes quel mun–
do fuese criado hubo uno que llamaban
V i racochci.
El cual crió el mun–
do obscuro
y
sin sol ni luna ni estrellas;
y
por esta creación le llamaron
Viracocha PachcLyachachi
que quiere decir Criador de toda las c_osas. Y
después de criado el mundo formó un género de
~:igantes
disformes en
grandeza, pintados o esculpidos, para ver si sería bueno hacer los hom-
ral. Creía, pues, en un priucipio, que se trataba de un error cometido por Santilláu
o de un
lapsus calarni.,
pero a las pnertas del continente sudamericano, en el Darien,
hay otro comprobante, pues de aquellos indío·enas, al comienzo del iglo
xvn,
Adri án
de Santo Thomas refiere la siguiente creencia picaresca: «Acordándose el sol haber
sido la luna hembra, quitándole los trapos para descubrir el sexo fem inil, para reto–
zar con ella, lo que en esto tarda afirman ser la cansa del eclipse». (SANTO THOMA ,
Reclzwción del Guaynii
y
el Darien
y
sns Inclios,
en
Colección de z.ibl'os
y
docunientos refe–
rentes a la hi to1·ia de América,
VIII, pp. 128-129, Madrid, 1908). El a unto debe pue
ser inve tigado nuevamen te .