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lip
de ol
~
L ina qu amenazara con devorar.
raz n
e
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li an en grado sufi iente que la con ' tele ión
d~l
«Felino d oro» haya t nido u ubicación en el altar mayor
el
1
templ
,' 1
r. o abemo en u foema · a juzo·ar del dibujo de ·Pachacuti, en
forma d in animal pintado en la pare
1,
tal
rez
con cuatro trellas por
d Iant qne correspon<len a la con-vtela ión y repr "enta.n los
1
a.yo~.,
emi–
ti
1
cua.l clli pa por los ojo fulminantes del felino
1
•
rn nt a la gran
i.
la ue ho , con mu, poco gusto e llama« Victoria». Ahora bi n:
1
o
El
Felis onza
L., iempre ha sido escaso en e a regio ue del Sud; 2°
Nahiiel
H1ia–
p ·i,
com
Tití
Caca,
originaria.mente eran nombres de la i Ja má grande de los res–
p cti vos l egos; 3° Iabía antiguamente, sin duda, también correlaciones reÍigiosas (no
s lar
11
e política , que bi n conocemo ) ntre los indígenas del Perú y los Arauca–
nos de la Cordillera, así qne el lago Nahuel Huapi representaba para los autóctonos
<l
sus alredeclore lo mi mo que el Tití Caca para lo, a,boríg ne de Perú y Bolivia,
.e
d cir, el ntro de su civilización y poder relio-io o, claro que en proporción más
r ducida,. (Lo indio no pon n a,cento a la última Haba de la voz
Hi'1api;
e to es
costumbre bona rense difundida ahora en toclo el país y lebicla a Ja influencia del
idioma guaraní).
Reuniendo todos e os onsiderando , cabe 'uponer que también el nombre
Nahuel
Huapi
no
el
riva d l animal mi mo, sino de u imagen sideral, que ha de ser la mi -
ma que lel
Chiiquichinchay
o
TiU,
e clecir, nue tro E corpión on alguna otra
tr lla que
el
jau dibujada, en el cielo no turno la radiante :figura de un gran felino
u actitud de altar.
~
.
1
En . u fantá tica interpretación ele la lámina de Pa hacuti, tan lmry Hagar llega
a ver en el dibujo de la «nube» y del «puma» un conjunto (p.
275) :
« The :figur
repres nt both a c1oud with rain fa1ling from it [los cuatro rayos que alen
el
la
.cabeza d
1
«puma))] andan ar of rnaize [ 1 dibujo de la nube!], a cloubl . ymboli m
in hich the ancient Peruvian, d ligh d. Th r can
~e
no doubt a to the iden ily
.of thi
~ts
ri 'm. A the tar of rain [e decir, la
trellas que marcan los cuatro
ojo del tigr míti o] it i th Pl iades hich. in Peruvian m thology aunounced h
.comino· of the
el
lug or rainy a on; it i they th are b songht to end r ai u fo:r
th crop. A tbe tar of th harv st it i the same group which watches over [inter–
I r ación exacta qne coincide con la del doctor Ochoa
!]
an l protects the crop, and
~H
v n ai l to have created them. » (Hagar no ha vi to la correlación con el gru–
po i l ral
<l
1 otro la lo corre pondi n al « verano »,
r
ue, tomt . te por la con te-
1:-
ción del apricormio
!,
ver p.
281).
Par
q u René Ba et
(Le ,météores,
LXX, en.
R e
iw
des trnditions populaires,
~VIII
p. 2..,3 Parí , 1903) uo ha bi n omprendido la idea de Ha,gar pue ref -
ri ncl
al
i
ado párrafo e cribe : « ur un carte pérnvj un , le
Pl
iade , portent
le nom d « nuao- cl'hiver » et n Qn chna, e luí de « r olt ». La figure r pré u–
:te le , plui
t
mbant et un épi ele ma1
».
12