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con otra
tr lla v cin'1, es el
«
lino le oro », el e nflicto queda pendiente. En defen a nu tralla–
mamo1 la at n ión d l 1 ctor obre lo conocimiento in ufici nte. n
m teria uranoló ·ica del anónimo, cny capítulo dedicado a lo plan tai;:,
pá
' Í
a
1.
n-139y149,
está de figurarlo en tal grado, « que cabe perfec–
tamente la duela de que u afirmacione corre pondan a la realidad,
tanto más, cnanto que ella no están confirmada en manera alguna por
croni ta fi iedignos anteriore
»
(T clrndj,
Oontribucione~)
orig. p. 55 ,
t rad. I,
p.
llo).
esuelta así en principio la parte astrotética del problema queda por
tratar todavía un detalle, a saber : Esos cuatro rayos que radían cual
'
abanico de la cabeza del felino sideral
y
terminan en estrellas, ¿deben
tomar e como los rayos brillantes y radiantes de los ojos normales del
animal~
(de los ojos normales, el izquierdo quedaría entonces represen–
tado por Antares).
~O
podemos suponer que el animal es un monstruo
cuadriocular, correspondiendo a cada uno de esos cuatro ojos las estrellas
~'
o,
~,
p que salen de la cabeza
si-ve
Antare.
~
Como fué dicho al princi–
pio de este capítulo, cada una de e tas dos interpretaciones tiene algo en
pro y en contra, así que es menester discutir cada una separadamente
antes de llegar a una conclusión.
En favor de la idea de que el
chuquichinchay
haya sido tomado como
cua hiocular, .podemo citar la moderna mitología de los aborígenes sud–
americanos. En ella, un tigre con cuatro ojos representa, a veces, un ele–
mento por cierto accesorio o
secundai~io,
lo que hace presumir que en la
mitología de los antiguos peruanos) puede haber desempeñado un rol
mucho más importante. Desgracia
iam~nte,
nada nos refieren los cronis–
ta al respecto. En la moderna mitología sudamericana, como ya fué di–
cho,
108
cuatro ojos de un tigre monstruoso representan un detalle pin–
toresco del motivo mitológico de « La familia felina »
1
,
motivo que se
extiende desde el Perú ha ta la Guayana o al revé . Pero debe adver–
tirse con ant1cipación que eso cuatro ojos (cuando los hay) de un miem–
bro de aquella familia., ólo tienen t1n carácter accidental ni son impres-
1
El motivo mi ológi co ele la famili a
f
lin a también fu é e tndiado en part e por Ju–
lio . T llo en u trabajo
Wfra Kocha,
p ágina · 108-141. o corresponde a la índole
d
l a present inv tio·a
ión ,
cletaUar t e tema,
y .
ólo
e
darán las par icul aridade.
i
udi
p
u
sable .
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