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§
9
b. Sección derecha, : El feUno de oro
El compañero del rayo en la banda opue ta e un dibujo curiosísím
hecho en la margen de la línea vertical qu re1 re enta uno d lo., borde
de la pared del altar mayor. E un animal dibujado con la pluma como
cou un pincel, hecha e cepción de la. cabeza y de las orejas, que están tra–
zada ólo por los contorno . La forma
del~
nimalito, con su larga cola algo
arqueada, con us extremidades en actitud de a alto, etc., se caracteriza
inme liatamente como felino
1
,
pero con una particularidad notable : del
1
Rugo Kuujke, en u ya cita,do n ayo (p. 15 ), e b.a dado cu nta que el curio o
animalito dibujado por Pachacuti, e· un
f
lino llamado
Chiiqiii chinchay,
perq no ll -
O'a a. otras ouclu ione .
El malogrado Juan B. Ambro etti con idera el dibujo de Pachacuti como tigre,
pero no se ha fijado en el detalle tan caracterí t.ico de lo cuatro ojos, r spectiva–
rnente d lo cuatro rayos emitidos por un olo par. Para él, el dibujo es «un mon -
truo on tipo de animal felino que representa al
grnniz o,
el gran enemigo de las co-
echas eu las reo·ioues montaño a. de la República, donde · produce con frecuen–
cia adquiere a veces una fuerza t rriblemeu e l trnctora
».
El mi mo «tigre>>,
ímbolo del granizo, está e ·culpido, seO'ún Ambrosetti, en alguno e carif.icaclor s de
madera
el
1
noroeste arg ntino,
en dos de ellos está. acompañado de un indio,
«arrodillado obre el monstruo y en una forma tranquila»; con el cabo de u ha–
cha.. le ha tra pa ado el cuello ;
1
tigre v ncido, tiene en u garras una cabeza
humana ;
«
e podría uponer qu el tigre o mollstruo : granizo, qni iera devorar la
cos cha r pre entada por la mujer o la cabeza del indio y que una divinidad upe–
p rior ... lo aniquilase con ólo pincharlo con u ha ha de mando» (A
fBROSETTI,
Una leyenda representada en los carifi.cculores de 1nadera recogi do en el noroeste de la
Repú.bli ·a Lfrgentina,
en
Proceedings of the Nineteenth lnternational Congress of Anw·i–
canists, held al Washington} December
27-31, 1915,
pp. 264-265, Wa hiugton, 1 17) .
Juli C. T llo, al o upar e u u e tudio obre
Wira-Kocha
de la lámina P.e Pa–
chacu i, tampoco s olvidó de un detalle tan llamativo como e el
Clwqne Chinchay,
pero co te do errore. 1° al identificarlo con
la.
Pléyadas,
y
2° al consi lerarlo
como « padr común de toda la humanidad» (claro que en el concepto mítico de lo
indio ), pues e crib (obra citada p. 184) : «En e. tas estrellas [es decir las Pléya–
da ] imaginaban [lo indio
1
ver al Jaguar prog nitor de todos lo felinos [así
ld
• firman ef ctivamente los croni tas] y padre comnn de toda la humanidad. Salca–
ma.ygua lo repre enta realísticamente en su carta Rideral. Aparece allí el animal en