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132

núm ro 3 repr .ntan do obj to qu leben · n . i l rar e mo

dnali

·-

tas

j

re nl an pue la

L ado izqnier o :

D ibujo :

n cúmulo d e

trella~

.. inlaindica i ' n xpre aqu

t ra–

ta de lla pue el dibujo 1u de er

interpr tado inmediatamént . in

dejar dudas.

Leyenda n quichua:

sucsu (

n–

f

1m dad "pe . malaria).

Leyenda n pañol:

verano.

L a do

r ho:

Dibi¿jo:

n

cúmulo

d

cosas

rlu ·

do "ª con la indi aci ' n .:xpre a

que e tratad una « nube» o «ni -

bla

»

I u el dibujo no puede er

interpretado inmediatamente.

Ley nda en qui bua:

pocoy

(ma–

duraci ' n, tiempo de lhn ia).

Leyenda en e-.: pa.íiol:

·nibierno.

e ve qu l duali mo entre la eccione dereclla e izquier la que

y

c.

hemo observado en 1 grupo primero (Sol + Luna) y

·nndo (Venu ..

ve pertina

+V

nus matutina), también e nota en el grupo tercero que

e tamo estudiando, por lo m no re p cto a la

~poca

(verano + invier–

no) y re p t al

efecto

(

nferme lad

r

le la gente]+ madura ión lde la

co echa]) d lo obj tos r pr ntado en el último grur o. Faltaba enton–

ce la cor relación

material

entre la dos eccione de e te brupo, pue no

comprendía cu·1l I udo ,r entre nn gru1 o d e trella ( ección izquierda)

y nna nube (s cción d

r~ch·

).

Sin ab r cómo hallar una correlación - que d bería haber - ent1e

e to do obj eto mi mo ·, tuv la uerte de conocer al doctor Luis Ochoa

G. del mi mo azco) profundo conocedor de la mentalidad de, u raza, a

qui n preRent ' l manu rito de e ta m nografía. Reconoció al examinar

la fotografía de la lámina, que tanto el

n {niero

de la estrella del costa–

do izquierdo o

u

arreglo

en cuatro hilera , e rep tía en el dibujo

d la ., nube. d l lado pu t corr pondiendo pue a cada e trella, una

nube y vi ver a. Opinaba qu n el lado izqui rdo el re pectiv grupo

sid ral e pr , entaba

i

nrlo el cielo de pejado, mientra que en el lado

derecho ta1 ado por nu e . Para que entonce no haya dula que la im–

portancia del Tnpo no con i te n la. nnbe ino en lo a tro por ella

apada fné di ujada n la pare a ·rada del

templo~

no una nube en

(J'

neral, ino un cúmulo d pequeña

)

tra la cual . la mentalidad lel

in lí , na p ru no r onocía el r pectivo conjunto relucient .

En cuanto a la identidad del cúmulo ideral con alguna de nue tra

· con telacione. nada pudo d cir el doctor Ochoa. Como ya manife té en

una le la

página ~

anteriore creo que no pued trata1 e de otra cosa

que de la Pléyadas cuyo doble po l r mítico, egún lo antiguos perua–

no

com~i

th, tanto en

«C

ns rvarlo » (Cobo,

III,

p. 329), e. d. cuidarlo

contra la enfermedad (

«

sucsu

»)

que aparece en «verano » (palabras

(j

p

ie~tas

en la leyenda de Pachacuti), como en h cer madurar (

<.\

pocoy

»)