Previous Page  176 / 206 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 176 / 206 Next Page
Page Background

148

EXPLORAClON E INCIUENTRS DE

VI

AJE

esta roca no era muy rliferunte del1le

In

r!Pscrita del valle de

Yucay;

y

que aquí como aiJí·se haeía.n lirHlciones de chicha.

que los sedientos sncPrdotes recog·ían muy de prisa de los

diversos receptác 1lo:-:. en. tanto que los oferentes creínn de–

votamente que ef'll, s0rbida por el espírit.n que habitaha en

las rocas. Que algún sacerdote moraba aquí ocasiona.lmen–

te es rasi evidente, pnes, puede verse un nicho profunda men–

te excavado en la. ror.a, !:'Uficirnte para la entrada de un

hombre, en la. c::tra. opuesta a las escaleras. La loza de pie–

dra con que se cerTaba el nicho, cuando era uecel:!ario, se en–

cuentt·a hoy delante. Quedan aun señales de un antiguo

edificio de piedra que rodeaba la roca y se encuentran en la

vecindad gTan número de ellas en que se labraron enormes

asientos. Vemos que los saeerdotes Incas er·an' antes casi

tan hábiles y taimados como RUS colegas m9.s refinados de

allende loR marPs

y

que el gran ne,Q:ocio de explotar la igno–

rancia

y

credulidad de los humanos ha sido floreciente en

todo ti€:mpo, en todos los climas y que no es peculiar a nin–

g·una

é

oca o pueblo.

A eso de

11

¡,

illa al Norte de Abancay hay una roca

calcárea rod ad1 cq un muro de piedra hasta la altura de

Yeintici

co

pies s bre los andenes. Se lll'tma la fort.alpza

inraira pero o es en ealidad sino un Intihnatana. Por el

lado Noroest e hay una subida de fiácil g-t·aJiente y de enri–

ma se ve mny bien el valle en · todas direcciones,

ha.y

tam–

bién allí restos de un pequeño edificio, de unos cincuenta

pies por lado, en la parte más alt.a

(1)

De Abanca;r el camino desciende rápidAmente, pasando

por haciendas caiíave•·ales, al t•ío Pachachaca. que ct·nza–

mos por un hermoso puente de piedra, de un solo arco. qne

lle,·a la fecha 1564-. Junto a él hay rE>stos de un antigll()

puente colgante, probablemAnte dP orig-Pn incAico. Tarda–

mos un día en Andahnaylas pu1· la l'encilla raz(m de que no

teníamos mulas expeditas para proseguit· nuestro camino.

Auuque con dificultad nos fueron ofl'ecidos los Ruimales in–

dispensables para el día sig·nieute, domingo.

Por la noche

fuímos hospedados donde t?l subprefecto.

Aunque llovió en la mañana, emprendimos la marrha

en cuanto él no¡.; proporcinuó las mulas, pues ha

bía.mo~

perdido mucho tiempo,

y

no podíamos detenArnos en ade–

lante. KotAmos en el camino la amarill::t flor del Inca..

Pasamos por el pueblo de Talavera, y, Ri la fisonomía no

[1) Parece que el o\i.ljel.o prinC'ipal de es tos puestos dominante. err

la transmisión ele ef'íales ígneas o sea la telegrafía óptica.-N. del

'l, .