Previous Page  173 / 206 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 173 / 206 Next Page
Page Background

EN LA TIERRA DF.

LOS

INCAS

145

Amaneció, y aun no tenían1os ninguna noticia. A eso

de las diez todos los iuctios habían vuelto sin haber obteni–

do la menor noticia ni la más ligera huella

dP-1

hombre ex–

traviado y muy a mi pesar 8e afirmó en mí la creencia de

que había sido arrastrado por la corriente del río hacia

el prqfundo cañón eu que entra

y

donde era im¡.¡osible se–

guirlo ni en botes. El síndico convino conmigo en que yo

nada

má~

podía hacer: y acordando con él que me envia–

ría un correo a Abanca.y, si log-raba obtener alguna nueva

de la

~uerte

de mi amigo, resolví partir hacia aquel lugar

para inYocar el ¡.¡oder del subprefecto a fin de que se haga

más amplias investigaciones. Yo me sentía casi impotente

en Cnrahuasi, aún con la ayuda del síndico, sin poder inte–

reRar a los e:stóliuos y adustos indígenas en el objeto de mis

Rfanes.

El subprefecto ele Abancay puso gTande empeño en el

asunto

y

dictó c'n·denes terminAntes a todas las autorida–

des de su juri$uicc 'ón a fin de

qm~

no omitieran esfuerzo en

la indagación del Madero del artist a extraviad<i>. Perma–

necí varios; días en bauc , pero no sabiendo nada acerca

de mi amigo, me ví obliga'do a p1rosegui1· mi viaje a la costa

por encima de las montañas,

Pll

la conviccic'm de que había

sucedido lo

in·e¡ ~]ablP.

t\. lg:Íln t-iempo despmés de mi re–

greso a los EHt

él

os

11

iuo:s. n ·(:ihí la siguiéu te carta, fPcha–

cla eu el Cuzco, del

profe~or

Hnünondi, quif'n

fNé

mi compa–

ñero de viaje en la exploración

E'll

bote descul>ierto del lago

Titicaca.

"Respecto a nuel'tro amigo snñor

H.,

tengo qu·e comuni–

carle

el

más extraordinario relato. Parece qne pasó a na–

do sin novedad el Apu1·imae

y

encontrando el agua muy

a.graclahle, debido al calor ardiente de la quebraJa, quiso

darse un baño prolongado. Por desgTacia , una súbita co–

rriente ele aü·e hizo cnei· fll río el lío de sus ropas

incln~o

de

:o;us zapato¡;; qut! había colocado sobre una roca sobJ·esalien–

te. Sus

e~fnerzo~

para recobrflrlo fueron inútiles y

despu~s

de haber sufl'ido varios golpes fuertes

cont.ra

las rocas Pn su

empPiio, qm·dó colltento de ganar la ol'illa otra vez, desnu–

do como nnest1·o pad1·e Adán. Aquí, en la ol'Íila árida v sin

á rboles, en medio

d~

las rocas cortantE-s, de a.cac, as

y

cactus

espinosos, bajo f'l :sol cAlcinante rodeado de una nnbe de

•uosquitos

ven~nosos,

comt>nzó la, exploración de algún lu–

gar habitMlo. PPro pronto ¡.;ns

pÜ":'i

fneron lastimados

pOI'

las piedras tnjantk•s

y

su c:uel'JJO f'e Jlpnó de u n1pollas por el

calor. Su único alivio eon!'listía Pll ec: hfll':-'P ag:ua de cuando

en cuando, hasta que llrgaba la uuche con su rocío

y

cubría