rna\es. La q tleb rada se es.tnJcnab.t confot·me
de~cendíamos
hasta que qnectaha literalmellte cercada por precipk:ios de
roeas estt'Htificndus ext.rañalllente plegadas, en ta11to qut>
euon1;1es masn.s de pied ra, hendió1s
y
despedazadas como
por un cataclismo de la
natur~llt ·za , ~e
ele,·ahan delante de
nosotros corno obstáculos a ei<1gos en la qnebrada umbda
y
a.1~1Pnazante,
eu cuyo fondo Re ngital.m el río con un roncv
bramido entre los obscuros peilasco.s.
No hnbía lugar pam ád)Oies ni arbustos y nuestra,;;
mnlas bu:-:c·aban paso catJtelo¡.;a.meillP, cou la cabeza y las
orejas gaeha::-, entm los bloqne.s rotos
y
angulnre,..:. Lo::;
gTit.osocasionaleR de lo:-: anieros sonaban é".sp¡-o¡·os
y
per–
cucientes
y
parecían a.p:1gan,;e en ln s paredeH adamat1t.inas.
No había e:-:pncio para el eco . FinalmPnte la qne\.)l'ada ::;e
hizo tan est.recha entre los .flancos pócipitm:o::; de In:-: mon–
tañas qu tl apenas ofrecía pa:-:o pal'a el _1·íu
y
nuestra peque–
ña par·tiila.. .\.qní sentilllos nn rugido más áspero, más
profundo
y
m.:\:,; fnerte que el del río que ha bíamos seguido.
Era la voz del •· 'ra.n .Mmgidor". Un poco más adelante
pudimos ver
río
y
do:s o t.res chozas construídas en
el
ef'–
pacio circnnsciit) de la contlueneia. Nl!lestros fborrieros es–
taban ya ocupados en
u
scarg·n.r nuestros equipajes para
que fueran......,t:ransportados sobre las espaldas cicatrizadas
de los ocupant
::;
de
~-as
cl;lozas.
A la
izqui~t·da
de. las choz-as,
meciéndos~ mara,-íllosa~
mente en lo alt.o
l'll
graciosa curva.
eH
medio de dos
pJ·ed–
picios.
frá~·il
y
semejante a una telart>ña, estaba el famoso
puente del A¡.mrimac. TJna senda estrecha
y
empinada que
seguía en parte
nr11t
repisa nntural, iormada por la t>stra–
tificaci6n de la roca
y
cortarla en parte en la cara misma,
snbía, por unos cien pies eJe dist.ancia a una pequeña plata–
forma, labrada también en la roca, clondfi estaban reinacha–
·ilos los cables q_ue sostenían el puente. En la orina opues–
ta había una plataforma algo más grande, techada en
,pa.rte por la roca, douc..le es taba el tomo para
mantene~
tensos los cables
.v
Pncararnados como cabras en al$una re–
pisa ele la montaña vivfan los custodios del
puent~.
,La
sep–
da podía a.pPna:: descnbrirse dando la vuelta
a
una prótu–
berancia de la roca, a l::t izquierda de esta repi sa., .rea·pare–
ciendo después encima de ella,
y
en ·seguid'a, desr)m1s de
mu–
chos zig¡¡:ag-s perdif>ndose en la boca ob::;ctJra de ull túneL.
No -perdimos tiempo en f'acar de nuestras,
;;?.JfOija.::;
las
sogas y ciuta:s de medir
y
a
toda
pri.sati'·epamos la ::;eneJa
rocosa que cv nclncP. al pnente.
F.stab~
éste
Pn
infl
las con–
diciones. Los cables se habían afioiado de tal manera que