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beneficios modernos; ni la empresa australiana que
moviliza sus capitales para explotar los despojos
aventados por los buscadores españoles
y
el deshe–
cho dispendioso del desmonte argentífero que, lle–
vado por las aguas pluviales, ha bajado hasta los
valles de Miraflores . ..
:IDs un bravo localismo el de este pueblo evoca–
dor
y
glorioso, perpetuidad ancestral, amalgam.ada
con. el sentimiento aborígen en rara
y
tonificante
comunión. E'n !Potosí, como en ninguna otra parte
del continente, chocaron las dos grandes fuerzas:
el conquistador, ávido, inteligente
y
valeroso;
y
el
nativo, valeroso también, conservador
y
uraño. Y
si el españolismo fué a base de sang>re
y
religión,
mientras los autóctono aprendían en su breviario
y;
copiaboo su traje, nq olViidaron su liturgia sa–
g11
da a Pa a amac, ni dejaron, hasta hoy, de ves–
tir
luto or la muerte de
SU$
inc~.
Potosí fué ba–
lu r e de tiranía
y
fu,ente de libertad. ¡Vibre su
rr
do
ea bendito el vient:re de hembra espa–
nola que dió a a gloria el primer héroe americano :
Don Alonso de Ibáñez!