Table of Contents Table of Contents
Previous Page  129 / 334 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 129 / 334 Next Page
Page Background

!'LATA T

BRO~TB

recía. Demasiado borracho habríase quedado en un rin–

cón, vencido por el alcohol

y

el sueño, durmiendo pesada–

mente.

Trajeron nuevas copas. El niño ordenaba que las sir–

vieran con una frecuencia aterrante para Celita que las veía

venir como truenos presagiadores ele una tormenta conti–

gua. La maestrita meditaba reviviendo su ensimisma–

miento del mirador. Era noche

ya~

Una noche oscura,

cálida y bochornosa. El calor de la tarde formó densas

capas ele nubes abullonadas y plomizas que oprimían el

ambiente ofreciendo una lluvia insistente, formidable.

Apenas se oían los gritos distantes de algunos indios

borrachos,

y

los sordos ronquidos de los que dormían en

los fríos ladrillos de los corredores. Pobre raza Yencida,

se tendía en el suelo, arrastráJndose materialmente. hasta

cuando regida por

el

alcohol

adquiría.~

un transitorio do–

minio sobre la inopia moral.

Los niños bebían .... Rugo empecinado en que Celi–

ta tragara algunas copas de whisky. El había engullido

tina cantidad doble; por ella

y

por él. porque la adoraba.

Celita depositaba en su diminuto pañuelo ele encajes los

pequeños sorbos del licor de cebada que la testarudez de

Rugo le constreñía a llevar a la boca.

Raúl no se preocupaba ya de los dos. Con la Rita

se confundía en una escnltura confusa en un ángulo del

salón. desafiando las miradas ardorosas de l\Iatilde que,

ebria, anclaba de un lado para otro con las manos Yicio–

sas hacia adelante como queriendo apresar algo

y

los ojo

llameantes ele fiebre placentera.

El señorito se desprendió del abrazo ele la Rita. De. -

123