ETIMOLOGISTAS
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mythe solaire, surtout, semble la maladie inevitable que traversent, pen–
dant leur croissance, les sciences religieuses en formation.''
Foucart,
La
métbode comparée dans l'histoire des religions;
1909.
Por lo que se refiere a
·la
etimología, son harto; conocidos los viejos
juegos de palabras y derivaciones inspiradas tanto por el ardor religioso
de los judíos:
Pirhu
=
Ophir (Phir-ó)
como por el proselitismo de los frailes católicos:
Améríque
=
Haec María
Que estos juegos son de un gusto anticuad<>. y risible, todo el mun–
do está dispuesto hoy día a admitirlo. Sin embargo, yo no encuentro
mucha diferencia entre éstos y otros desvaríos más recientes y aún con–
temporáneos. Entre ellos se coloca
la
doctrina que pone el nombre de los
altares mejicanos en relación con la lengua griega
( 6) :
T eocallí
=
8wií
kcú.~ác;
Muchos también quedan sorprendidos ante
la
asonancia de
la
pa–
labra que significa "río" en una lengua de Norte América y en
la
de
la
Grecia clásica (7) :
Potomac
=
:n:onxµóc;
que no es más extraña, ni más significativa de la que medía entre el
vocablo quechua "casa" y
la
correspondiente voz inglés (
8) :
huasi
=
house
( 6) RÉVILLE, textualmente: "Teocalli
ressemble, en effet, beaucoup a
0eoü kCl.ALcÍ<;.
Mais on n'en peut tírer aucune espece de conséquence".
RÉVILLE, A. -
Les religions du Mexique, de l'Amérique Central et du Perou,
París, 1885, pág. 48, nota.
Observo, además, que
el
vocablo griego nada tiene de decorativo ni sagrado, pues
kCl.ALcÍ<;
significa: casucha. Teocallí, por consiguiente, trasladado al habla criolla, corres–
ponde a: ranchito de Dios.
(7)
"Mentre poi
é
possibilíssimo che la somíglíanza di una parola o due in
lingue affatto diverse sía effetto di una coíncídenza accídentale. Cosí
si
é
notato che
in alcune
lingue nordamerícane
Potomac
vuol díre
fiume,
come
1CO't
'C1.µÓ<;;
"DE
MICHELIS, E. -
L'origine degli lndo-Europei,
Torino, 1903 , pág. 258.
(8)
QUIROGA, Adán. -
Calchaquí,
1897. Reimpresión de
"La Cultura Ar–
gentina",
pág. 41.