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cular; o a lo menos no tienen repugnancia para ello, si no es
que algunas veces no es tan usado el componerlas ;
y
porque
importa mucho el dar a cada una su lugar, las ordenaremos
de esta manera.
1
Huaasi,
2
khaa,
3
si,
4
a,
vel
ya.
5
chuqui,
6
ní,
7
raca,
8
rapi,
9
ca,
10
hua,
11
hucha,
12
pini,
13
ca,
14
kha,
15
raqu i,
16
qui,
17
cu.cha,
18
tawi,
19
chi,
y
ra.
De la regla general que se ha dado exceptúase pirmero
la partícula
píni,
la
cu;~l
es disímbola de
cucha
y de
chi,
la
partícula
cucha
es disímhola de
tawi
y
chí;
finalmente
raca
es disímbola de
rapi.
Y la propiedad de las disímbolas es no
poder juntarse en un mismo verbo, y así no podemos decir
manccapini cuthaspa por que estas dus partículas están
exceptuadas de la regla general. y lo mismo debe decirse de las
demás disímbolas. Es de saber que la
ca
novena partícula en–
tre estas generales, es la que significa actuación en el verbo. y
la otra
ca
trece. entre estas generales, también es la que sirve
de relativo pospues ta
a los nombres, e interpuesta a los verbos
según queda dicho muy por extenso en el capítulo de los rela–
tivos,
PARRAFO CUA.R7. O,
De las partículas símbolas en particular.
Llamamos aquí partículas símbolas en particular a las que
no pueden juntarse con todos los verbos, como las del párrafo
precedente, y son de dos maneras: unas que se pueden
juntar
sólamente con lzs generales; otras que demás de
juntarse con
las generales. se juntan también
-.:on
algunas particulares; y
porque no sólamente pretendemos mostrar cuáles partícula s se
pueden juntar con cuales sino también (supuesto que se juntanJ
cuál es han de preceder a cuáles. pa reció tratar todo esto
junto
en el párrafo siguiente para que no tengamos necesidad de repe–
tir dos veces una misma cosa.