PRÓLOGO DEL AUTOR
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y parece que llevan las mismas letras, pero a la verdad son distintas;
sólo me ha contenido la falta ele proporción y medios para poderlo
realizar cuanto ha; así que me alegré al ver dichos tipos hechos con
gracia y primor y me conformé con ello ; mas hubiera deseado que
conservara la
q
y no cambiase la
e
o
le
final por
j,
para conservar la
etimología de las palabra ; pues la
e
o
k
es radical del verbo
C(lfiJ,
ser,
estar, haber o tener,
y
ele con igniente entra en todos los participios
presentes y supinos y en varias otras partículas con la significación
de ese verbo, y así dt'bía haber escrito
cae,
el que es, o tiene ser, o el
que está; si muda el tipo hebreo-latino por el grieg·o
k
en nada perju–
dica a la etimología de la palabra., así
kalc
siempre sería el que es, o
está., o estante o teniente, como mejor le parezca.
Est.a
e
o
k
puesta al fin de la raíz en los participios presentes, v. gr. :
m1ma-c
o
11mna-k,
dice: el que ama, o el que es amante, o el que tiene
amor; pero la jota que él substituye a la
e,
tiene en la lengua. ot-ro
mejor empleo, a saber : cuando representa la
jain
hebrea, como lo
hago yo para no confundida con la
e,
h,
q,
como lo hace dicho autor,
según se verá en el
Dicciona1·io heb1·eo-kjéch1ta,
al cual me remito para
evitar repeticiones sobre el mismo asunto.
·En conclusión, dicli albafetp es dimin'uto o
J\lá
bien comp_¡;ende
debajo ele nn solo signo la .-,la
7,
la del genitivo y de subjuntivo,
lajain
que es verdadera 'ota e ·aüola em s1:
pro"nunG~iación
y signifi–
cación, como hemqs
v~~
·ijTa,
y
también la hace servir por
q;
así
que traduce
lajain
h
'!1r"P'W
or
l1r
Y.
gr.:
~n
ha11my,
ve.n'ir, por
jam?ty,
de la raíz helJreajanwm, juntarse, uni se, congregarse, y que los grie–
gos muelan en
g
o gamma que conserva la misma :figura de la
jwin
hebrea; pero los castellanos la mudaron en jota, v . gr.: ajo, ojo, que
vienen de
jwi!t,
fluir, enjambre de
j(lfln,
reunión, pueblo; pero ni la
h
ni lag son
jain;
yo después ele haber hecho esta observación
la,
tra–
duzco por jota y a veces por
xj,
no porque entre la
x,
sino para apro–
piar mejor la pronunciación ele ciertas voces.
A más de haber en dicho drama, palabras mal escritas, hay otras
bien escritas, pero mal traducidas, diciendo más ele lo que está escrito
o at-ribuyendo a uno lo que se dice a otro, o no dando con el verda–
dero sentido, lo cual se hará patente en su propio lugar, demostrando
la contradicción de los pasajes mal entendidos.
No es mi ánimo criticar ni defender lo que otros han escrito; pero
no puedo aprobar la censura que el . eñor Pacheco hace de Tschudi
porque usa de la
e
en la partícula de acusativo
cta
cuando la palabra
acaba en vocal, porque no tiene razón algtma para excluir esa
e;